Capítulo 31

1K 93 38
                                    

A la mañana siguiente, Izuku se despertó temprano, sintiéndose sorprendentemente descansado después del largo día anterior. Se levantó de la cama, estirando los brazos mientras el sol apenas comenzaba a iluminar su habitación. Decidido a comenzar el día con energía, se dirigió al baño.

Después de cepillarse los dientes y darse una ducha refrescante, Izuku se vistió con su uniforme escolar. Como de costumbre, no se molestó en peinarse, dejando que su cabello cayera desordenado en su típica melena alborotada. Era una parte de su estilo que había aceptado desde hace tiempo.

Por primera vez en mucho tiempo, Izuku salió de su apartamento con tiempo de sobra, lo que le permitió caminar con calma hacia la clase. El aire fresco de la mañana lo llenó de una energía renovada mientras avanzaba hacia el edificio de la U.A.

Al llegar a la puerta del aula, Izuku se detuvo un momento en el pasillo vacío, sacando su licencia provisional del bolsillo. La sostuvo en sus manos, observando la pequeña tarjeta que representaba tanto esfuerzo, sacrificio, y crecimiento.

Los recuerdos de todo lo que había pasado para llegar a este punto inundaron su mente: las largas noches de patrullaje, los enfrentamientos y las pérdidas dolorosas. Pero también estaban los momentos de triunfo, las amistades forjadas y las lecciones aprendidas.

Mientras miraba la licencia, Izuku sintió una mezcla de orgullo y determinación. Este era un nuevo comienzo, un símbolo de su dedicación y del camino que aún le quedaba por recorrer. Con un profundo suspiro, guardó la tarjeta de nuevo en su bolsillo, sintiendo que estaba listo para enfrentar lo que viniera.

Izuku: Es hora de iniciar un nuevo camino -murmuró para sí mismo, con una sonrisa resuelta en el rostro.

Con esa nueva determinación, Izuku empujó la puerta del aula, listo para enfrentar su futuro con renovada energía.

Al entrar al aula, Izuku encontró el salón sorprendentemente vacío. Solo Momo y Iida estaban allí, como era de esperar de los dos estudiantes más responsables de la clase. Ambos levantaron la vista al verlo entrar.

-¡Buenos días, Midoriya! -lo saludó Iida, con su acostumbrado entusiasmo, haciendo un gesto con la mano para enfatizar su saludo.

Yaoyorozu, sentada en su escritorio organizando algunos papeles, le sonrió amablemente. 

Momo: Buenos días, Midoriya. Llegaste temprano hoy.

Izuku asintió con una sonrisa, sintiéndose un poco más cómodo al ver a sus compañeros. 

-Buenos días, Iida, Yaoyorozu -respondió mientras se dirigía a su asiento.

Aunque el aula estaba tranquila, la presencia de Momo e Iida le daba una sensación de normalidad, algo que apreciaba en medio de todo lo que había estado enfrentando últimamente. Se acomodó en su asiento, listo para el día que comenzaba, sintiendo que el nuevo camino que había decidido emprender estaba lleno de posibilidades.

A medida que pasaban los minutos, el aula comenzó a llenarse gradualmente con la llegada de los demás compañeros de clase. Kirishima y Kaminari fueron los primeros en entrar, charlando animadamente sobre algo que habían visto en el camino. Mineta se unió a ellos poco después, con una expresión pícara en el rostro, mientras intentaba incluirse en la conversación.

-¡Hey, Midoriya! -saludó Kirishima al verlo sentado-. Llegaste temprano hoy, ¡eso es muy varonil!

Izuku sonrió y asintió. 

-Sí, bueno... hoy quería llegar a tiempo-.

Poco a poco, otros compañeros como Uraraka, Tsuyu, y Tokoyami fueron llegando, cada uno saludando a Izuku mientras se dirigían a sus asientos. El aula pronto se llenó de conversaciones y risas, creando una atmósfera familiar y cómoda.

Izuku el más fuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora