Capítulo 29

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Cuando el grupo de estudiantes se preparaba para el examen de la licencia provisional, Izuku Midoriya, Shouka Todoroki y Katsuki Bakugo decidieron separarse del resto. A medida que se alejaban del grupo, cada uno de ellos tenía un objetivo claro en mente: enfrentarse al desafío de forma individual, sin la preocupación de proteger a los demás ni de poner en riesgo a sus compañeros.

Iida: ¡Chicos, no se separen! ¡Movámonos como un grupo!

Uraraka: ¡Sí!

Bakugo: ¡Tonterías, esto no es un viaje al campo! -Dijo mientras se alejaba de sus compañeros-

Kirishima: ¡Idiota, espera! -Dijo para seguir a Bakugo- 

Iida: ¡Kirishima!

Shouka: Yo también me voy por mi cuenta. -Dijo la bicolor- Es difícil para mí usar mi quirk en un grupo amplio. -Dijo mientras se alejaba de sus compañeros- 

-Bakugo... Todoroki...- Pensó el peliverde mientras los veía irse. 

Mineta: ¡Midoriya, no queda tiempo! ¡Muévete! 

Izuku: Lo siento, chicos... pero, tengo la misma razón que Todoroki para separarme del grupo. -Dijo mientras con una pelota en la mano empezaba a caminar alejándose de ellos- 

Así, los tres se separaron del grupo y se dirigió a diferentes áreas del estadio. La elección de separarse también tenía sentido estratégico. Sabían que sus poderes podrían resultar peligrosos si estaban demasiado cerca de los otros aspirantes o si tenían que ser usados en un entorno con mucha gente alrededor. Además, enfrentarse a los desafíos por separado les permitiría evaluar su rendimiento individual y enfrentarse a los enemigos de forma más directa.

Izuku Midoriya avanzaba por el estadio con una expresión fría y determinada. Sostenía una pelota en la mano, lista para ser lanzada. Sin embargo, a medida que caminaba, comenzó a notar algo inquietante. La arena del estadio estaba vacía, y no había signos de los demás aspirantes.

-No encuentro a nadie... ¿Dónde están todos?- Pensó el peliverde. 

A medida que avanzaba, Izuku comenzó a entender la razón de su soledad. Todos los estudiantes de otras academias se habían escondido. La preocupación y el miedo se reflejaban en sus rostros al ver a Izuku, recordando las historias de su habilidad y la reciente pelea contra All For One. Sabían que enfrentarse a él era una idea temeraria.

El peliverde avanzaba con pasos tranquilos, sosteniendo una pelota en su mano, pero su expresión seguía siendo fría y calculadora. Mientras exploraba el área vacía del estadio, un leve sentimiento de satisfacción comenzó a formarse en su interior al darse cuenta de que todos los aspirantes de otras academias estaban escondidos, temerosos de enfrentarse a él. Era evidente que su reputación y poder habían dejado una impresión duradera.

-Así que todos se están escondiendo porque me temen. Supongo que es... algo satisfactorio saber que mi presencia solo es suficiente para hacer que todos se echen atrás-. Pensaba el peliverde.

Sin embargo, mientras continuaba su búsqueda, no encontró a nadie. La zona seguía desierta, lo que comenzó a cansarlo. Frustrado por la falta de acción y el reto que no llegaba, Izuku decidió tomar una medida drástica para asegurarse de que no había ningún estudiante en los alrededores.

Con un movimiento sutil, comenzó a flotar en el aire. Las vendas de sus ojos, que habitualmente ocultaban sus hermosos ojos, fueron quitadas por su mano. La vista que se desplegó ante él era una que solo unos pocos habían tenido el privilegio de ver: la hermosa construcción que estaba hecha para esto, era linda y gigante. 

Desde esa posición elevada, Izuku podía observar con precisión los rincones y escondites del estadio. La habilidad le permitía ver a través de obstáculos y detectar las presencias ocultas con una claridad sorprendente. Sus Seis Ojos escudriñaban el entorno mientras flotaba, buscando cualquier señal de actividad entre los competidores que estaban escondidos.

Izuku el más fuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora