Izuku Midoriya se encontraba en el interior de una limusina de la U.A., un vehículo que reflejaba la opulencia y el poder de la academia. Las ventanas tintadas permitían solo una visión parcial del mundo exterior, un mundo que ahora parecía lejano y frío para él. El peliverde se sentó en uno de los asientos, con la cabeza gacha y los hombros encorvados, sumido en un mar de pensamientos oscuros y dolorosos. La derrota y la pérdida de sus seres queridos aún pesaban como una losa sobre su corazón, y el peso de su responsabilidad parecía insuperable.
Nezu, el director de la U.A., se sentó frente a él, intentando romper el silencio que había invadido el vehículo. A pesar de su pequeña estatura y su apariencia de ratón, su presencia era imponente y llena de calidez. Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos por ofrecer palabras de consuelo, no parecía que pudiera alcanzar el corazón herido de Izuku.
Nezu: Midoriya -comenzó el director, su tono suave y comprensivo-, sé que esto ha sido extremadamente difícil para ti. La batalla fue feroz, y has enfrentado cosas que ningún joven debería tener que enfrentar. Pero quiero que sepas que estamos aquí para apoyarte. La U.A. siempre ha sido y siempre será tu hogar.
Izuku permaneció en silencio, mirando por la ventana sin realmente ver el paisaje que pasaba rápidamente. Sus pensamientos eran un torbellino de dolor y arrepentimiento, y las palabras de Nezu parecían no encontrar eco en su mente atormentada.
Nezu: A veces, hablar puede ayudar a aclarar los pensamientos -continuó Nezu, intentando conectar con él-. ¿Hay algo en particular que te preocupe? ¿Alguna forma en la que pueda asistirte mientras te adaptas a esta nueva etapa de tu vida?
A pesar de los intentos de Nezu, Izuku no respondió. Su mente estaba atrapada en un ciclo de recuerdos y culpabilidad. Pensaba en Knuckleduster, en su madre, en All Might. La responsabilidad de sus muertes y la carga de sus propias decisiones lo estaban aplastando. La limusina avanzaba lentamente, llevando a Izuku hacia un destino que aún no podía aceptar ni comprender completamente.
Finalmente, el vehículo se detuvo frente a los imponentes edificios de la U.A. El lugar, normalmente lleno de vida y actividad, ahora tenía una atmósfera de solemnidad que parecía reflejar el estado de ánimo de Izuku. Nezu hizo un gesto hacia la puerta, invitando a Izuku a salir.
-Estamos aquí -anunció Nezu con un tono esperanzador-. Vamos, saldremos a caminar un poco antes de entrar al campus. Quizás el aire fresco te ayude a despejarte.
Izuku salió de la limusina, sus pasos pesados y su mirada fija en el suelo. A medida que avanzaba hacia la entrada del edificio, el silencio de la ciudad y el aire fresco contrastaban con la atmósfera tensa que había dejado atrás. De repente, al girar una esquina, chocó con una presencia imponente.
Endeavor, el actual héroe número 1 (aunque aún no era anunciado) y futuro rostro de la protección de Japón, estaba allí, con su figura alta y su capa ondeando al viento. Los ojos de Endeavor se encontraron con los de Izuku, y en ese instante, las tensiones y responsabilidades que ambos llevaban se hicieron palpables. Endeavor, conocido por su fuerza y determinación, estaba ahora en la posición de proteger y guiar a una nación herida. Izuku, por su parte, estaba cargado con el peso de su propio potencial y el dolor de sus pérdidas.
Endeavor no parecía estar en su mejor momento. Su rostro reflejaba una mezcla de agotamiento y preocupación. Al ver a Izuku, sus labios se curvaron en una mueca que no era exactamente una sonrisa, pero sí una expresión de comprensión.
Endeavor: Midoriya -dijo Endeavor con un tono grave sin decirle mocoso por primera vez-. He estado siguiendo todo lo que ha pasado. No puedo decir que entiendo completamente lo que has pasado, pero puedo ver el peso que llevas sobre tus hombros.
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Izuku el más fuerte
FanfictionEn un mundo donde el 80% de la población tiene un poder llamados "quirks", Izuku Midoriya ha nacido con un quirk poderoso. La cima está hecha para los más fuertes, ¿verdad? Pues Izuku Midoriya, reconocido por el mismo como el más fuerte, ahora tendr...