Héctor Fort
14 de febrero de 2024Ambos estamos sentados en el sofá de la casa de Haizea, conseguí convencerla de ver una película de miedo antes de irme y aunque no le apasionen, aceptó. Al principio, cada uno estaba sentado en un sitio bastante alejado del otro y aunque no estoy seguro de cómo, ambos terminamos totalmente pegados.
Hace tiempo dejé de prestarle atención a la pantalla para poder observar la sala, todos los cuadros, dibujos, puzzles, fotos, estatuillas, etc. que hay por todo el sitio, los cuales se notan que todo son recuerdos durante muchos años, hacen que el espacio sea más acogedor.
Eso me recuerda a que yo no tengo nada parecido, vivo en La Masía y tengo mi habitación pero no tengo ese calor familiar de que alguien haya colgado algo mío con orgullo para poder verlo todos los días. Y si, en mi casa mis padres tienen un montón de cosas mías ya que soy hijo único pero apenas estoy allí por lo que ni siquiera puedo verlo.
Parece que en la película ha pasado una escena de terror porque Haizea ha pegado un pequeño salto y se ha abrazado a mí por el susto, yo, obviamente sin quejarme, coloco mi brazo sobre sus hombros para poder acercarla un poco más a mi.
–Lo siento.– Susurra e intenta separarse pero yo aprieto más mi agarre para que no se mueva.– ¿Héctor?
–Estoy cómodo así, quédate como estás.– Asiente y vuelve a colocarse, esta vez más cómoda. Con su cabeza en mi pecho y yo paso mis brazos alrededor de su espalda.
La miro mientras ella observa la película, como frunce el ceño cuando algo que no entiende ocurre, como agarra mi bíceps cuando se asusta, como...
–¿Estás viendo la peli?— Me saca de mis pensamientos.
–¿Eh?
–Que si estás viendo la peli. Ya casi ha terminado y no he dejado de sentir tu mirada en mi.– Lo último lo dice más bajito, como si le diera vergüenza decirlo.– Si no te gustaba la peli podríamos haber puesto otra.
–No es eso.– Niego.
–¿Entonces?– Parece confundida y no consigo evitar que una sonrisa salga de mis labios pensando en lo inocente que es a veces.
–Prefería ver otra cosa.– Le digo indirectamente tratando de que lo entienda pero no parece hacerlo.
–¿Otra cosa? ¿Otra película?– Niego riendo.
–No, prefería verte a ti.
–Oh.– Un sonrojo potente comienza a aparecer en toda su cara y mi sonrisa sigue creciendo.— Yo...
Y antes de que pueda decir algo el timbre empieza a sonar sin parar durante unos segundos para que poco después un chico entre.
El chico del partido
La puerta de la casa y la de la sala están al lado por lo que al tener la puerta abierta el chico nos ve directamente. Haizea se separa rápidamente de mi al verlo entrar cuando se da cuenta que está completamente encima mío.
Aunque a mi no me molesta en absoluto
–¡Aratz! ¿Que haces aquí tan pronto?– La chica pregunta mientras se acerca a él pero su hermano no despega su mirada de mi.
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¿Rojiblanco o azulgrana? // H.Fort
RomanceElla odia la atención Él adora la fama que tiene como jugador Ella ama leer Él ama el fútbol ¿Conseguirán ser más que amigos aunque ella sea vasca y él catalán? ¿Aunque ella odie el fútbol y él leer? ¿Aunque él la vea como la fan del Athletic y e...