39. Cita

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Haizea Mendizabal
29 de mayo de 2024

–¿Me ayudarías?

¿Que pregunta es esa? Claro que si.– La rubia me contesta como si le indignara el simple hecho de habérselo preguntado.

–Vale, vale.

¿Puedo preguntarte algo antes?

–Claro.

¿Por qué a veces te cuesta tanto creer que yo o alguna de la cuadrilla estamos felices por ti o crees que no te ayudaríamos en algo? Por ejemplo ahora, me pides que te ayude a maquillarte para tener una cita con Héctor. Claro que te voy a ayudar.

–Es que...– Suelto un suspiro mirando la habitación de Héctor.– Recuerdas a Naia, ¿no?

Desgraciadamente si, tengo que decir que odio el hecho de que nos llamemos tan parecido.– Suelto una leve risa ante eso.

–Bueno, pues como ya sabes antes éramos amigas. Tengo que decir que es una persona muy envidiosa y siempre debe estar por encima de los demás, da igual que sean sus amigos o no.

La verdad que podía notar su toxicidad desde lejos.

–Y siempre ha sido así por lo que supongo que de alguna manera llegue a acostumbrarme al hecho de no poder ser mejor o sino se enfadaría. Una vez, en el juego del gallo– Es una competición que se hace todos los años en el pueblo donde tienes que cruzar la plaza entera con los ojos vendados y llegar hasta donde está el gallo de juguete.– yo gané. Como ya sabes te puede tocar participar o no porque se hace a sorteo, yo solo tuve la oportunidad de jugar dos años. En la primera estuve muy cerca pero a la segunda sí que lo conseguí y Naia se enfadó con todos por eso. Porque yo lo conseguí y ella no a pesar de que ella hubiera tenido la suerte de poder jugar todos los años pero lo hizo pésimo. O también cuando me presentaba alguna conocida y yo por cosas de la vida me llevaba mejor con ella que Naia también se enfadaba a pesar de que no lo hiciera apropósito.

Ahora te entiendo un poco más.– Murmura asintiendo.– Siento decirlo pero esa chica no está bien, necesita algún tipo de ayuda o no va a conseguir nada en la vida.

–Lo sé, mi madre y yo intentamos hablarlo con su madre pero ella es incluso peor que su hija así que no podemos hacer nada.– Me encojo de hombros.– Bueno, ¿me ayudarás o no?

Claro, claro. Vamos a ponerte aún más guapa para Héctor. ¡Aaaaah! Va a ser vuestra primera cita.– Chilla emocionada.

Estamos al rededor de una hora en el intento de maquillarme con sus instrucciones ya que resulta que antes de irme metió varias cosas de maquillaje sabiendo que yo no tengo ni idea.

Sabía que lo ibas a necesitar en algún momento y aquí está Maia para rescatarte.

Después aprovechando el estar en videollamada también me ayuda a elegir el outfit y peinado aunque al final decidí dejarlo suelto después de que el estilo que yo quería no me saliera.

Bueno, yo creo que ya estás perfectísima para Héctor. No debería haberte ayudado tanto, ahora me voy a quedar sin mi Haizea. Te va a robar.– Hace como que llora exageradamente.

–Si, creo que me gusta.– Asiento mirándome en el espejo que tiene Héctor.

Claro que te gusta, si estás increíble.– Habla orgullosa

(...)

Héctor entra en la habitación mientras termino de ponerme las zapatillas y al levantar la mirada me quedo embobada.

¿Rojiblanco o azulgrana? // H.FortDonde viven las historias. Descúbrelo ahora