Héctor Fort
24 de marzo de 2024No consigo dormir, no sé si es porque llevo unas cuantas noches sin poder hacerlo o si es porque tengo a Haizea en la cama de al lado.
Me vuelvo a girar intentando encontrar una posición cómoda cuando oigo como Haizea empieza a respirar más fuerte, como si tuviera miedo hasta que se despierta.
–¿Haizea? ¿Que pasa?– Agarro mi teléfono para iluminarle pero sin que la luz le moleste y veo algo que me rompe el corazón.
Está con el pelo despeinado y los ojos rojos por haber llorado.
E incluso así se ve guapa
–Lo siento, ¿te he despertado?– Habla preocupada viendo que son las 4 de la mañana.
–Eso ahora da igual. ¿Que pasa? ¿Estás bien?– Cuestiono preocupado, me alegro de no haberme quedado dormido porque sino ella habría intentado no hacer ruido para no despertarme y eso es lo último que hubiera querido.
Si ella necesita ayuda yo haré hasta lo imposible por ayudarla
–Si, yo...– Coge aire para poder tranquilizar su respiración.– he tenido una pesadilla.
–¿Una pesadilla?
–Si, sé que es una chorrada pero a veces me pasa y no consigo volver a dormir en toda la noche.
–No es una chorrada si eso te afecta. Mucha gente tiene pesadillas y es totalmente normal. ¿Necesitas algo?– No sé qué es lo que debo hacer en una situación así pero realmente quiero ayudarla.
Dormir con ella quizás ayude
–Yo...
–¿Crees que podrías dormir mejor si tienes
compañía?– Le interrumpo con toda mi valentía esperando que acepte para que esto no se vuelva incómodo.–Si... creo que si.
–Vale.– Me levanto de la cama para hacerme hueco en la suya.
Queda totalmente en la esquina de la cama tumbada sobre su lado izquierdo y yo me coloco de la misma manera pero en el derecho para poder vernos.
–¿Quieres contarme?– Susurro y ella asiente cerrando los ojos pero yo no lo hago.
A pesar de la falta de luz puedo diferenciar u poco las sombras de su cara y con eso me llega.
–Supongo que ya lo sabrás pero no me llevo exactamente bien con la mayoría de mis compañeros de clase, y eso que mi relación con ellos ha mejorado bastante si la comparamos con la de hace unos años.– Cada día odio más a esos mocosos aunque no conozca a ninguno.– Cuando tenía 13, tenía un grupo de amigos completamente diferente al de ahora.
–¿No estabas con Maia?
–No, la conocí hace dos años.– Responde y retoma la historia.– Habíamos tenido algún que otro problema con uno o dos compañeros pero nada muy grave. ¿El problema? Que ellos eran parte del grupo de populares. El último día de clase, cuando ya estábamos todos en la calle nos encontramos a unos pocos, al principio solo hablamos un poco tratando de solucionar las cosas pero no salió demasiado bien.– Hace una mueca.– Decidimos irnos en un intento de dejar todo atrás pero ellos no decidieron lo mismo. Comenzaron a perseguirnos por todo el pueblo y para cuando nos dimos cuenta ya teníamos a más de 25 personas siguiéndonos y nosotros sólo éramos 8. Una de mis amigas pensó que quizás lo mejor podría ser irnos a su portal hasta que se cansaran y se fueran pero fue una idea horrible. Llegamos al portal y en cuanto lo cerramos más de uno empezó a darle golpes y 10 minutos más tarde ya habían llamado a más personas. Igual había hasta 40 detrás del portal, fue un momento horrible.– Suelta el aire más tranquila.
ESTÁS LEYENDO
¿Rojiblanco o azulgrana? // H.Fort
RomanceElla odia la atención Él adora la fama que tiene como jugador Ella ama leer Él ama el fútbol ¿Conseguirán ser más que amigos aunque ella sea vasca y él catalán? ¿Aunque ella odie el fútbol y él leer? ¿Aunque él la vea como la fan del Athletic y e...