Héctor Fort
17 de mayo de 2024Al principio noté como Haizea estaba bastante tímida hablando con Pau a pesar de haberlos presentado, por lo que estuve un rato con ellos hasta que mi chica comenzó a soltarse más, y me tumbé en mi cama mientras ellos hablaban para no molestarlos.
Después de unas dos horas por fin terminan la "clase" y lo agradezco ya que me estaba quedando dormido pero antes quiero hablar un poco con ella.
–Bueno, pues yo me voy ya a mi habitación.– El de ojos azules se levanta de la silla.
–Gracias, Pau.– Le agradece mi chica a través de la pantalla.
–Si, gracias, tío.– Nos damos un pequeño abrazo dándole un par de palmadas en la espalda y se va.– Por fin te tengo toda para mi. A veces creo que les caes tú mejor que yo.– Me hago el ofendido pero en realidad me encanta que se lleve tan bien con mis amigos.
–Es que soy la mejor.– Bromea pero para mí lo es.
Ella es y siempre será la mejor para mi
–Lo eres.– A pesar de que su habitación está un poco oscura consigo distinguir un pequeño sonrojo.– ¿Has cenado?
–Héctor, no empieces.– Se queja.
–No empiezo, estoy preocupado por ti. Repito, ¿has cenado?– Vuelvo a preguntar y temo que su respuesta sea un no ya que son las 12 de la noche.
–No, estaba muy entretenida hablando con Pau como para ir a cenar.– Se excusa.
–Ve ahora a comer algo, por favor. Yo también iré.– Asiente y la veo bajar de la cama para ponerse las zapatillas de casa y yo hago lo mismo con mis chanclas.
Me escabullo de mi habitación para entrar a la cocina y robar algo de comida por dos razones.
Tengo un poco de hambre
Y así es más probable de que consiga que Haizea coma
Entro a la cocina alumbrándola con la linterna de mi móvil mientras le hago señas a Haizea para que no hable y ella solo ríe silenciosamente. Abro el frigorífico y agarro un plátano y un par de yogures para después salir rápidamente hacia mi habitación.
Misión cumplida
Cierro la puerta sin hacer ruido ya que estoy seguro de que la mayoría ya están dormidos y no quiero molestarlos.
–Ya está. ¿Que vas a cenar?– Hablo una vez acomodo todas las cosas en el escritorio.
–¿Una manzana?
–De acuerdo.– Acepto sabiendo que no conseguiré convencerla para comer algo más contundente pero al mismo tiempo es lo mejor porque es demasiado tarde para eso.– ¿Que tienes planeado hacer mañana?– Trato de sacarle tema de conversación para que no piense tanto en lo que está comiendo.
–Probablemente quede con Maia, querrá saber todos los detalles de ayer y hoy.– Se encoge de hombros y me fijo de que empieza a morder la fruta.
–Los chicos hicieron lo mismo conmigo.– Le cuento divertido.
–Estoy segura de que se llevarían muy bien con Maia, son igual de chismosos.
–Seguro que si, salvo con Lamine. La última vez que se vieron casi se pelean.– Le recuerdo como Maia le echó la bronca al moreno por interrumpirnos a Haizea y a mi en el parque.– Obviamente con el que mejor se lleva es con Pau.
–De eso no tenía dudas.
–¿Que tal las clases de latín con el profesor Prim?
–Es muy majo aunque prefiero a su amigo. No sé si lo conoces, es un chico con rizos y se llama Héctor. Muy guapo, por cierto.– Sé que mis mejillas están rojas a más no poder pero nunca me voy a acostumbrar a que Haizea me llame guapo.
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¿Rojiblanco o azulgrana? // H.Fort
RomanceElla odia la atención Él adora la fama que tiene como jugador Ella ama leer Él ama el fútbol ¿Conseguirán ser más que amigos aunque ella sea vasca y él catalán? ¿Aunque ella odie el fútbol y él leer? ¿Aunque él la vea como la fan del Athletic y e...