¿Rojiblanco o azulgrana? // H.Fort

45. Mocoso

Haizea Mendizabal
2 de junio de 2024

Mientras esperamos a que los jugadores salgan noto como mi móvil vibra en mi bolsillo y lo saco.

Aratzi

Contesto sin saber la razón de su llamada pero en cuanto empieza a hablar ya sé que le pasa.

–Nuestros padres te van a desheredar.

–¿Tú de qué hablas ahora?– Pregunto confundida y al mismo tiempo divertida.

–Te parecerá bonito aparecer con una camiseta del Barça siendo del Athletic.– Noto la indignación en su voz.

–Tendré que apoyar a mi novio, ¿no?

–¿Como que apoyarlo? Si te has llevado la camiseta de su amigo.– Me reclama.– Además, puedes animarlo perfectamente sin llevar una camiseta del Barça, a la siguiente lleva la del Athletic si total es imposible que Héctor deje de quererte.– Me cuenta como si fuera lo más obvio del mundo.

–Primero, solo llevaba la camiseta de Marc por culpa de Lamine, ese niño no para hasta que le hagas caso. Y segundo, ¿a ti te parecería normal que aparezca en un partido del Barça con la camiseta del Athletic?

–Me encanta que hablas sobre uno de los mejores jugadores como si fuera un mocoso.

–Créeme, lo es.– Asiento y noto como el moreno me mira indignado dándome cuenta de que nos está escuchando.

–¡Mocosa tú!

–¿Ese es Lamine?

–Desgraciadamente si.

–Trae aquí.– Me arrebata el móvil.– Si, Aratz. Soy Lamine.– Asiente, trato de recuperar el teléfono pero levanta el brazo y no consigo alcanzarlo.

–¡Lamine, dámelo!

–¿Quien es el mocoso ahora?– Coloca su mano en mi frente y por culpa de la altura y fuerza no consigo hacer nada.

–¿Estás llamando mocosa a mi novia?– Nuestra atención se dispersa por una tercera voz y me alegro de ver a Héctor acercarse a nosotros.

–¡Me ha robado el móvil!– Lo acuso.

–¡Me ha llamado mocoso!– Me señala él a mi ahora.

–Parecéis dos niños pequeños.

–¡Ella es la mocosa!– El moreno sigue con su monólogo dramático.– ¿Como se atreve a llevar la camiseta de Marc en vez de la tuya?– Le miro indignada y Héctor con una ceja alzada.

–Lamine...– Lo llama el de rizos advirtiéndole.

–¿Que?– En cuanto lo mira se da cuenta de que sabe que ha sido su idea.– A ver... acéptalo, ha sido divertido.

–Para todos menos para mi.

–Ya bueno, no pasa nada.– Se encoge de hombros sin darle importancia.

–¿Oye? ¿!Hay alguien!?– Se oye la voz de mi hermano desde mi teléfono que Lamine tiene en su mano y Héctor se lo quita.

–Hola, cuñado.– Se aleja de nosotros como si Aratz fuera más importante que su propia novia.

Indignante

–¿Nadie me va a dejar discutir con mi hermano en paz?– Pregunto al aire.

–Me da a mi que no, Haizea.– Irene se acerca a mi ya que los dos hermanos habían estado escuchando.

Unos minutos después donde Lamine y yo solo nos lanzamos malas miradas, Héctor vuelve hacia nosotros.

–Bueno, ¿nos vamos?– Asiento y mi novio y yo salimos del campo de la mano.