¿Rojiblanco o azulgrana? // H.Fort

25. I love Haizea

Héctor Fort
24 de abril de 2024

Llegamos a la plaza donde se hacen los juegos y nos encontramos con las amigas de Haizea más Pau, quien parece mejor que ayer pero no demasiado.

–Maia, ¿te das cuenta que lo has convertido en un alcohólico?– Pregunto divertido viendo como el pobre chico sobrevive a duras penas.

–Lo sé, esto me va a carcomer toda la vida.– Contesta como si estuviera traumada.

–Hola, hola.– Fermin se acerca a nosotros junto al que ahora parece su nuevo mejor amigo.

Los dos se ven demasiado felices por lo que deduzco que aún van borrachos.

–Héctor, te necesitamos.– Habla Aratz.

–¿Que?– No entiendo para que me necesitaría.

–Si, cuñado, necesitamos tu ayuda.– Asiente.

–¿Con que?

–Ahora toca sokatira.

–¿Y que es eso?– Ni siquiera sé qué significa eso.

–Pues tirar de la cuerda y el equipo que consiga cruzar la línea gana.– Explica.

–Y tú y yo somos muy fuertes, ya sabes, los entrenamientos ayudan.– Hace como que saca músculo.– También sugeriría a ese pero no creo que esté demasiado... ¿bien?– Señala al de ojos verdes.

–Eeeh...– Miro a Haizea quien parece sutilmente emocionada ante la idea, su hermano que realmente parece querer ganar y Fermin quien luce ilusionado ante la idea de jugar como un adolescente.– Si, supongo que puedo ayudaros.– Acepto.

–¡Si!

–¡Genial! Venga, ven.– Mueven la valla para que pueda entrar al área donde se hacen los juegos.– Obviamente Fermin y tu jugaréis, yo también lo haré así que voy a avisarles a los demás para que decidan los que juegan también.

Se aleja hacia el grupo de sus amigos y parecen felices porque haya aceptado a pesar de que la mayoría son mayores que yo.

–Bat, bi eta... ¡hiru!– Agradezco de que Haizea me enseñara los números en euskera o ni siquiera habría sabido que esto ha empezado.

Empezamos a estirar tratando de mantener el ritmo.

–¡Orain!– Y con eso empezamos a estirar aún más hasta que llegamos a la línea que nos hace ganadores en esta ronda.

Debemos hacer eso durante tres veces más hasta proclamarnos como los ganadores de sokatira.

–¡Has estado genial!– Me anima Haizea completamente feliz cuando me acerco a ella.

–Ganamos entre todos.– Replico aunque estoy feliz de todas maneras.

–Pero tú lo hiciste muy bien.– Insiste.

(...)

Despierto y agarro mi móvil para ver la hora que es.

17:38

Apago el aparato para que la luz no moleste a Haizea sabiendo que ella dormirá por un rato más. Podría irme pero prefiero quedarme en la cama admirando como ella duerme con los labios entreabiertos, con su cabeza apoyada en mi pecho y su pelo desordenado. Pero a pesar de todo, por alguna razón, podría estar toda mi vida mirándola porque me parece que se sigue viendo igual de guapa que con su hermosa sonrisa o incluso con mi camiseta del Barça puesta.

Hablando sobre la camiseta, resulta que a pesar de haberle regalado la mía ha preferido usar la del Athletic para dormir conmigo aunque sé que solo lo ha hecho para molestarme, y me encanta.