15. Pesadillas

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Héctor Fort
24 de marzo de 2024

Apenas he jugado últimamente, nada con el primer equipo y un partido con el Cultural Leonesa con el Barça Atlètic. Claramente estoy feliz por las victorias de mi equipo pero no me siento conforme con lo que he estado haciendo y consiguiendo.

Cuando volvimos a jugar con el Athletic Club creí que podría jugar para impresionar a Haizea pero ni siquiera pude salir. Lo único bueno de eso es que ella me escribe siempre tratando de animarme y lo consigue pero el hecho de que no hago suficiente no sale de mi cabeza.

No poder verla y tampoco poder jugar empieza a pasarme factura, mis ánimos bajan y con eso mi rendimiento académico como futbolístico también. Por suerte, Haizea tendrá vacaciones de Semana Santa por dos semanas y obviamente iré a verla. Me gustaría poder invitarla a Barcelona pero en La Masía tenemos prohibido traer a gente de fuera que no sea familia y bastante me estoy arriesgando ya.

Estoy preparando mi maleta cuando unos cuantos se asoman a mi cuarto, esta vez iré solo y me quedaré unos días allí, en casa de Haizea.

–Deberías meterte esto en la maleta.– Lamine señala una prenda mientras la saca de mi armario.

–¿Por qué va a llevar una camisa de lino al País Vasco?– Pregunta Fermin tirándose en mi cama.

Siempre me pregunto como es que está en La Masía si él tiene su casa y no vive aquí.

–Si, allí siempre llueve.– Asiente Marc Bernal tumbándose al lado del rubio.

Cuando volví a ser más activo en el Barça Atlètic hace unas semanas él y algunos más se enteraron sobre Haizea y no paran de molestar.

–Barcelona es mejor, por lo menos aquí no llueve tanto.– Añade Pau Prim.

–Ya, Héctor, deberías traerla algún día.– Dice Pau.

–Ojalá.– Murmuro cerrando la maleta.

–A ver si consigues avanzar un poco más con la vasca que llevas unas semanitas más amargado...– Suelta Marc y yo le lanzo una mala mirada.

–Yo no necesito tirarme a una cada dos días para ser feliz.– Suelto mordaz.

Quizás no debería haberle dicho eso porque es su vida y puede hacer lo que quiera pero estoy enfadado con todo y nada a la vez y no consigo pensar con claridad.

–Tranquilo, tío.– Levanta los brazos en son de paz.

–Cerrad la puerta cuando salgáis.– Salgo de mi habitación arrastrando la maleta.

–¡Ya nos contarás!

–¡Moja mucho!

–¡Ten cuidado!– Ese es Fermin.

–¡No la vuelvas a cagar!– Y ese Pau.

(...)

Me voy a volver loca, hoy viene Héctor a pasar algunos días en mi casa y quiero que todo esté perfecto. Termino de hacer la que será su cama ya que en mi habitación tengo una litera y las camas son demasiado pequeñas como para que dos personas duerman a no ser que estén las dos muy pegadas.

Tuve que contarle a mi familia todo sobre Héctor, como nos conocimos, que suele venir a verme, que hablamos todos los días... Al final se lo tomaron mejor de lo que me esperaba y aceptaron que viniera a casa unos días. Por suerte yo tengo fiesta pero mis padres y Aratz deben trabajar igualmente así que estaremos la mayoría del tiempo los dos solos.

Al principio se me ocurrió que cuando llegara saliéramos a comer algo para tener tiempo a solas pero me di cuenta que después de un viaje de 6 horas estará muy cansado por lo que cenaremos algo en mi habitación los dos para que esté más cómodo pero mañana será inevitable que todos cenemos juntos.

¿Rojiblanco o azulgrana? // H.FortDonde viven las historias. Descúbrelo ahora