22. No juzgues si tú vas peor

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Héctor Fort
23 de abril de 2024

Después de dos rondas del bingo donde nadie sabe quién ganó empiezan a hablar y yo no puedo dejar de mirar a Haizea.

Nunca la había visto tan suelta pero me encanta

–Creo que me voy a llevar a este a que coja un poco de aire.– Nos informa Maia señalando a Pau.

Ambos se van aunque bastante lento teniendo en cuenta la condición del de ojos verdes.

–Haizea, ¿quieres que vayamos a dar una vuelta?– Le ofrezco.

He estado toda la noche intentando estar a solas con ella pero ha sido imposible.

–Claro.– Se levanta pero cuando va a dar el primero paso se desestabiliza y la agarro de la cintura mientras ella ríe.– Uy, casi me caigo.

–Volved a las 6:30.– Nos pide Nerea.

Salimos del lugar y andamos un poco hasta encontrarnos un parque que resulta ser el que tanto le gusta a Haizea. Afortunadamente todo parece desierto ya que la fiesta ha terminado.

–¿No te gusta beber?– Me pregunta una vez nos sentamos.

–No suelo hacerlo por mi dieta y porque soy menor de edad, aunque tú también.– Apunto.

–Ya bueno, no sé cómo será en Barcelona pero aquí es la cosa más típica. No sé si es porqué estamos en un pequeño pueblo.– Se encoge de hombros sin darle importancia.– A mi me gusta beber, aunque no exactamente por el sabor.– Hace una mueca de asco.– Es porque como ya te habrás dado cuenta soy bastante tímida pero cuando bebo hablo y no paro. Así que cuando salgo de fiesta bebo para soltarme y así lo disfruto más.– Asiento entendiéndola.– Tú debes viajar mucho siendo futbolista, ¿no?– Cambia de tema.

–Si, pero aún no tanto porque acabo de subir al primer equipo.– Contesto extrañado por el repentino cambio de tema.

–Que suerte tienes. A mi me encantaría viajar por todo el mundo, es algo con lo que sueño desde pequeña. El verano pasado me fui a Inglaterra con mi academia de inglés y fue increíble, ojalá pudiera ir este año también pero es demasiado caro y mis padres no pueden pagarlo. Yo me pagué un parte del viaje pero también tengo que ahorrar para la universidad y no puedo hacer todo.– Suelta un suspiro triste.– Ojalá ser futbolista y tener el suficiente dinero como para no preocuparme de tener que ahorrar, y para viajar también, claro.– Suelta una risita y a mi se me escapa una sonrisa viéndola.

Puede que esté borracha, puede que mañana no recuerde nada, pero me está contando tantas cosas sobre ella que estoy seguro no me diría un día normal y no puedo callarla.

Miro sus ojos que ahora parecen un poco más oscuro por lo tarde que es pero brillan de una manera que nunca había visto.

–Creo que nunca había hecho gaupasa sin estar tan bien, tan despierta.

–¿Guapasa?– No conozco esa palabra.

–Si, significa pasar la noche despierto. Gaua es noche y pasa pues de pasar.– Explica.– Por eso me gusta el euskera, tiene palabras que ni siquiera el castellano tiene.

Miro sus mejillas con unas pequeñas pecas que solo podrías ver si te fijas mucho.

–Yo creo que Maia y Pau harían buena pareja, ¿tú qué piensas?– Vuelve a cambiar de tema pero le sigo el rollo.

–También lo creo.– Asiento.

–Deberíamos hacer de cupido.– Hace como si lanzara una flecha soltando otra risita.

¿Rojiblanco o azulgrana? // H.FortDonde viven las historias. Descúbrelo ahora