28. Lo mejor será...

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Haizea Mendizabal
26 de abril de 2024

Noto como mi vejiga me pide ir al baño así que dejo todo en una esquina para salir del cuarto y entro al baño agradeciendo que ambos cuartos estén al lado.

Cuando salgo del cuarto de baño lo primero que me encuentro es a Aratz apoyado en la pared de enfrente y en cuanto me ve se lanza a abrazarme.

–Por favor, come algo.– Empieza.

–No tengo hambre.– Vuelvo a mentirle pero el ruido de mi estómago me delata.

–Vamos.– Coloca su brazo sobre mis hombros dirigiéndome a la cocina.

Me siento en la mesa y veo a Aratz traer un plato de espaguetis, me sonríe sabiendo que es uno de mis platos favoritos y lo deja en la mesa frente a mi.

–¿Has hablado con Héctor?– Niego.– ¿Con Pau?– Vuelvo a negar.– ¿Maia?

–No he hablado con nadie en toda la mañana, Aratz.– Contesto antes de que siga preguntando.

–¿No te ha escrito Héctor?– Pregunta impresionado.

–Lo hizo una vez con el teléfono de Pau pero no he vuelto a mirar el móvil así que no lo sé.– Me encojo de hombros.

–Ese chico se va a volver loco si no le contestas.

–Necesito tiempo, ¿vale?– Murmuro.

–¿Tú cómo crees que va a estar Héctor después de haber tenido que dejarte, que hayan filtrado fotos vuestras y sin saber nada de ti?– Me encojo de hombros pensando sobre eso.– Ese chaval se va a volver loco. Si ya había perdido la cabeza contigo, ahora que no puede estar contigo será peor.

–No lo sé.– Susurro.– Pero necesito tiempo para mi, para pensar si merece la pena.

–¿El que? ¿Que si merece la pena soportar unos comentarios de gente envidiosa para estar con el chico que está perdidamente enamorado de ti? ¿El chico que haría absolutamente cualquier cosa por ti?

(...)

Héctor Fort

Joder, no me contesta.

Voy a volverme loco.

Doy vuelta por mi habitación con mi teléfono nuevo en la mano, recargando el chat cada dos por tres por si me contesta pero nada.

Unos golpes en la puerta me interrumpe y voy a abrir para encontrarme con los dos Pau, los dos Marc y Lamine. Sabiendo a lo que vienen les dejo entrar y me tumbo en la cama dejando el móvil a mi lado por si acaso.

–¿Algo?

–Nada.– Niego con la cabeza en la almohada.

–Yo creo que...– Lo interrumpo lanzándole una mala mirada sabiendo que dirá algo que me deprimirá más.– Vale, vale. Me callo.– Lamine levanta las manos en son de paz.

–He hablado con Maia y me ha dicho que tampoco ha hablado con ella.– Cubarsí trata de animarme pero lo único que podría conseguirlo es un mensaje suyo.

–Eso me preocupa aún más.– Me quejo.– Solo quiero saber si está bien, aunque sé que no. Si ha leído esos comentarios la habrán destrozado y solo quiero estar ahí, con ella.

–Tío...– Miro a Guiu.– Trata de dormir un poco, ¿si? Mañana hay partido.

–No jugaré.– Me encojo de hombros.

¿Rojiblanco o azulgrana? // H.FortDonde viven las historias. Descúbrelo ahora