Haizea Mendizabal
2 de junio de 2024–¿Quieres venir hoy?– Me pregunta Héctor mientras termina de guardar todas las cosas en su mochila.
Repasa varias veces que tenga todo ya que normalmente es su madre la que le ayuda a hacer la maleta para que no se le olvide nada pero sus padres tienen que trabajar y estamos los dos solos en su casa.
–¿Estás seguro? Después de toda la polémica de ayer...– Hablo divertida.
–Si, lo siento por eso.– Parece apenado por su explosividad.
–Piensa en el lado positivo, ya no tenemos que ocultar nada.– Trato de animarle para dejarle en claro que no estoy enfadada ni nada por el estilo.
–Si, pero no quiero que esos horribles comentarios hacia ti vuelvan.
–Sabré sobrellevarlo.– Me mira inseguro.– La última vez me pilló de sorpresa pero esta vez no.– Le aseguro.
–Si ves que esto te sobrepasa, dilo. Háblalo conmigo, con Maia, con Aratz o con quien prefieras pero no te encierres, no tienes que estar sola en algo así, ¿vale?– Asiento sabiendo que la última vez lo hice mal.– Prométemelo, por favor. No quiero que vuelvas a pasarlo mal.
–Te lo prometo.
–Bien.– Me da un beso en la frente ahora más tranquilo.– ¿Vendrás?
–Si, iré con Pau.– Le cuento.
–¿Pau?– Me pregunta divertido.– Miedo me dais los dos juntos.
–¡Oye!– Me quejo ofendida.– Pau y yo somos un dúo inofensivo.
–Si, inofensivo hasta que os juntáis con Lamine o con Fermin o con Marc Guiu o Casadó...– Viendo que no parece que vaya a terminar con su lista lo interrumpo.
–Ey, ey... eso es mentira.– Lo acuso.– Nosotros no la liamos tanto.
–Cariño, no me hagas hablar. Bueno, debo irme ya. ¿Te veo allí?– Asiento y me da un beso antes de irse.
Empiezo a prepararme cuando Pau me manda un mensaje en el que me avisa que vendrá dentro de 20 minutos. Me pongo un pantalón vaquero y la camiseta de Héctor, empiezo a peinarme cuando el timbre suena y bajo las escaleras para abrir la puerta y encontrarme a dos jugadores del primer equipo del Barça y la hermana de uno de ellos.
Lamine
Pau
Irene
–Hola, hola.– Saluda el moreno entrando en la casa como si fuera la suya aunque estoy segura de que se la sabe de memoria.
–No sabía que vendrías.
–Pues aquí estoy.– Habla mientras entra a la cocina con todos detrás suyo. Abre el frigorífico y saca una manzana para empezar a comérsela.– Oh, tengo un regalo para ti.– Saca de una pequeña mochila que tiene una camiseta del Barça y cuando la estira veo que tiene su nombre.
–¿En serio, Lamine?– Le miro divertida.
–Completamente. Vamos, Haizea, molestemos un poco a tu novio. Además, puedes animar a cualquier otro futbolista.
–El problema es que ese futbolista no juega hoy.– Hablo haciendo referencia a que él hoy no jugará.
–También es verdad.– Se toca la barbilla pensativo.– Te voy a conseguir una. Vámonos ya.
Se va hacia la puerta y miro a los hermanos Cubarsí divertida.
–Este chico no tiene límites.
–Dímelo a mi.– Susurra el chico.
ESTÁS LEYENDO
¿Rojiblanco o azulgrana? // H.Fort
RomanceElla odia la atención Él adora la fama que tiene como jugador Ella ama leer Él ama el fútbol ¿Conseguirán ser más que amigos aunque ella sea vasca y él catalán? ¿Aunque ella odie el fútbol y él leer? ¿Aunque él la vea como la fan del Athletic y e...