Bruma sangrienta Y espada de oro

Capitulo 11 La maldición de los Impíos

Amelí

Cuando el entro a la habitación, se acercó con algo de comida, lo observo sin decir nada, de repente el rompe El silencio

-Sabes lo que paso?- Entonces no paso mucho, para que me llegaran las imágenes a mi cabeza, como dagas cortantes.

El habla y me dice- No te preocupes por nada, el doctor dijo que estás bien, se que debe haber Sido difícil.

-Están muertos?- le pregunto, el responde tajante - si!- están muertos- 

Cuando lo escucho decir esa última frase, la verdad es que no siento arrepentimiento, lo que lamento es no recordar cómo los mate, malditos bastardos que ardan en el infierno.

-Puedes ser directo, con lo que paso- Le digo -No recuerdo muy bien el final, podrías ser claro con ese punto-

El me mira, serio deja la bandeja de comida, en la mesita que está aun lado de la cama, acerca el silloncillo que está cerca de la entrada de la puerta y toma asiento, escucha me dice 

-Eres un endriago y esa noche cambiaste de forma, no hay solución, el médico que te vio, dijo que no está claro porque pasa, pero debes ser tu la que averigüé lo demás.

Mientras tanto debes prepararte, porque esto no acaba, lamento ser tan demandante pero, debes las 10 peleas, la primera pelea será en unos días, necesito que te recuperes y rindas, porque no solo tu pellejo esta en riesgo, el mío también-

- ya veo- Le respondo.

- Escucha! No te preocupes, por lo que pasó, arreglaré el problema-

-No te culparán por la muerte de esos dos bastardos- Cuando dice todo eso se levanta y habla

- Me tengo que ir a cambiar, porque debo salir, quizás no llegue en un día o dos, pero estás en tu casa, Darían te llamará para organizar lo de la pelea.

-No te muevas de aquí, no salgas, entendiste- me dice de forma tajante.

-Si!- Le respondo en automático, después de darme las indicaciones necesarias, para dejarme sola en su casa, el se marcho.

Obedecí las reglas al pie de la letra, se demoró un día y una noche en regresar, no lo ví cuando llegó, pero se escuchaban gemidos de dolor desde la otra habitación.

La verdad, no creí que sería correcto ir a ver, ya que todo esto está pasando por mi culpa, de todas formas, tiene marcas evidentes de que lo golpearon muchísimo.

Solo me dijo, algunas cosas cuando estaba comiendo, pero el no se sentaba, en todo el tiempo no se sentó, se veía incómodo al moverse, se veía que estaba adolorido, me imagino

Pero yo no sé si preguntar, el lo único que dijo cuando llego, que el problema estaba solucionado, que no me preocupara, porque nadie más aparte de el y Darían, saben de qué soy un endriago, que solo me fijara en la pelea, que me quedaría ahí todo el tiempo que quisiera, hasta encontrar un nuevo lugar para mí.

falta menos para la primera pelea, aunque han pasado pocos días, yo ya me he recuperado, la transformación en endriago, de alguna manera curo mis heridas, de la pelea con varion y los golpes que recibí en el baño.

Ahora solo queda esperar, ya no tengo miedo, es algo que perdí, igual como el sentido del dolor, creo que la condición de ser un fenómeno me da fuerza. 

Ocuparé lo que tenga que hacer para poder escalar, en esta pirámide de poder, está es la supervivencia del más fuerte.

Después de despertar, con horribles pesadillas, me levanto para ir al baño, me doy cuenta, que él está levantando, es de madrugada.