Una historia de mafia y hombres lobos, que cuenta la historia de amelí una huérfana maltratada por la vida, que será moldeada por el dolor a tal punto que la persona que solía ser ya no es más que un solo recuerdo....movida por el odio llevada por l...
Entre dos chicas levantan a la que esta herida, las demás nos movemos alrededor, maría va a mi lado, tuve suerte, ella es la amiga de la hermana del detective, resulto ser Maria, la chica que me ayudo con la jeringa al principio.
Rápido, nos vamos por otro de los pasillos, pasamos por diferentes cabinas, de sorpresa comienza a sonar la alarma.
Entonces frenética corremos hasta las salida, ya en la borda nos movemos por lo largo del barco, donde están todos los contenedores, en un momento nos detenemos.
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-Ya no puede, caminar!- Dice una de las chicas, por la que esta herida
- A perdido, mucha sangre!-
Rápido la tomo y la pongo en mi espalda, tomo la mano de Maria, Maria toma la mano de las demás y todas juntas, corremos muertas de miedo, se siente esa sensación, de peligro inminente.
Trato de mantenerme tranquila y no caer el la desesperación, apenas y puedo escuchar alrededor, escucho solo los latidos de mi corazón, bombear en mi cabeza, estoy tan cansada pienso.
En eso una de las chicas grita - Falta poco! No, nos rindamos, falta poco!-
Al escuchar eso, senti fuerza, seguimos corriendo, escucho al fin los sollozos de la gente, que están en los contenedores los siento cerca, me detengo abruptamente.
Me doy un respiro y le paso a la chica a Maria -Cargala le digo, escuchen ustedes! Deben seguir hasta ese contenedor-
En eso apunto al último contenedor de color rojo oscuro con el número 41
-Es ese, ahi están!-
-Yo seguiré, por el otro lado!-
Ella me observa, aterrada junto con las demás -Estas loca! - Dice una de las chicas.
-No hay tiempo! Exclamo -Muévanse! Ahora!- Les digo, en un grito estridente.
Ellas con lagrimas en el rostro, se echan a correr, hacia el contenedor mientras yo sigo de largo, por la parte de arriba del barco, esta Iviski mirando de las alturas.
Me ha visto, en un segundo se desapareció, viene por mi, mierda respira Lesath, respira, no pasa nada, no es la primera vez que te pasa algo así.
Mierda que hago, pienso en eso me desvió, hay tantos contenedores, que es como un laberinto.
Aveces hay pasajes sin salida, en este ya estuve! en esto otro también! En eso veo un bidón de vecina, lo tomo y salgo corriendo.
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