Capitulo 50 Sentidos Alterados

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Lesath

Creo que realmente me equivoque no debí decirle eso, cuando el ha sido tan bueno conmigo, nuestros encuentros juntos creo que el era sincero, fui cruel, no le tome valor a sus sentimientos.

Estaba tan abrumada de que se comporte así, que perdí la cabeza.

Pero no por Raven, no quiero que lo localicen o lo conecten conmigo le podrían hacer daño, ya le dispararon una vez.

Este tipo se le olvida de que es un humano, no es como nosotros que tenemos mas resistencia, en cambio el, sus huesos son mucho mas frágiles.

Después de arreglar todo los asuntos, de mi nueva manada, revisar a mi madre que aun sigue sedada.

Cuando la vi, le deje un regalo debajo de la su almohada, la única foto que en toda mi vida pude rescatar, la cara de Amala se ve borrosa.

Pero mi rostro sale claro, creo que le gustara ver una foto de su hija a la que recuerda, no a esta que esta muerta.

Tengo negocios en garganta debo regresar, estaré unas semanas y luego volveré a este lugar ya que en este lugar, esta la que ahora es mi manada.

Han pasado dos días desde que tuvimos esa pelea y no me habla, no me mira, ni siquiera se me acerca.

Haciendo mi maleta ya tengo todo listo en eso Darían golpea mi habitación -Estas lista?-

-Ya casi- Le respondo- No podre ir contigo!- Me dice

-Porque, si tu eres mi segundo al mando-

-Por esa misma razón, debo arreglar unos asuntos con bruma escarlata, están habiendo problemas, desde la frontera lobos se están pasando para este lugar a robar comida.

Pero esos no tienen manadas los están desplazando, algunos los desterraron hay viejos e inválidos en el bosque, no podemos dejar a esa gente a su suerte o no?-

-Claro que no- Te asignare otro equipo de apoyo, ayuda a todo el que lo necesite, pero asegurate de que no haya ninguno infiltrado -De eso me encargo yo- Dice Darían 

-Asesina a todo aquel que sea del bando enemigo y este fuera de la frontera- Sentencio

Afuera con todo listos para despedirme, no veo a Deneb por ninguna parte.

-Que pasa a quien buscas?- Dice Zera -Volvieron a pelear? ustedes si que se quieren- Dice riéndose de forma picara – Preocupate de mi madre mientras no estoy- Le digo

-Por supuesto dejámela a mi- aprovecho para pedirle

-También pasame información de la policía -A la orden mi comandante- Dice riéndose en un gesto infantil.

La chamana se me acerca no te preocupes, por la manada estaremos bien – Cuidate y no te saltes la comidas- Una cosa mas, ya que Darían se quedara solucionando el problema de los desplazados le pedí al abogado Deneb que fuera contigo-

-Como también, tiene que volver por los otros negocios legales, es mejor que te acompañe- Ella dice eso, pero no lo veo por ninguna parte.

En eso el sale de donde duermen los escoltas, a su lado viene Petro mi tercero al mando, todos ellos pareciera que lo aman de la noche a la mañana, estúpido Hamelin, hasta los hombres hipnotiza.

Ya viajando en el carro devuelta a garganta, Por el espejo retrovisor todo el tiempo lo observo, pero el en ningún momento me devolvió la mirada a mitad del camino, absorta observándolo mirar a la Ventana o hablar de vez en cuando con Petro.

En eso el aprieta un botón en el auto, que hace que se levante un vidrio de separación entre la cabina del piloto y la cabina de atrás.

Se supone que es para mi privacidad, pero el lo esta usando para que no lo vea, mientras se cierra lentamente, miro al retrovisor y nuestras miradas al fin se encontraron, el de forma intencional me estaba observando pero su mirada era fría.

Bruma sangrienta Y espada de oroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora