¡____Harada ha decidido convertirse en una heroína!
Se mudará a una nueva ciudad para asistir a la academia de héroes. Lo que nunca imaginó es que su nuevo vecino sería también su compañero de clases, y además ¡comparten la misma pasión por los vid...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Este capítulo contiene escenas +18.
El contenido se encuentra entre los "▶︎▶︎▶︎". Si no te gusta este tipo de contenido, puedes saltarte ese tramo del capítulo sin ningún problema.
▼▼▼
Después de nuestro matrimonio, la vida se puso un poco más... movida.
Nuestro primer movimiento fue comprar una hermosa casa en un barrio tranquilo no muy lejos del centro de la ciudad. No queríamos alejarnos demasiado para poder asistir a las emergencias rápidamente.
Cuando regresamos de nuestra luna de miel, volvimos con más energía que nunca. Enfocamos toda esa motivación en nuestro trabajo, lo que trajo grandes resultados.
Después de un año intenso, oficialmente me coronaba como la número tres en el ranking de héroes. Además, ocurrió un evento que no se veía desde hace tres años...
Un cambio en el puesto del número uno.
Todoroki sufrió una lesión en la pierna durante una misión, lo que lo dejó incapacitado por un par de meses. Tiempo suficiente para que Katsuki pudiera lucirse, logrando alcanzar el puesto número uno este año.
Él realmente lo había logrado.
---Katsuki...--- exclamé aturdida, aún abrazada de él. Me había felicitado por mi puesto, pero nos quedamos congelados cuando la presentadora de la televisión anunció que Todoroki había bajado al segundo lugar.
---Soy el número uno, ____.--- exclamó, girando la cabeza para verme. ---Soy el número...---
No dejé que terminara de decir su frase y estampé mis labios contra los suyos.
---¡Lo lograste, amor!--- felicité, besando toda su cara. ---¡Lo hiciste muy bien!--- no podía contener mi alegría.
Enrosque mis piernas alrededor de su cintura, incapaz de alejarme de él.
---Y tú eres la número tres.--- respondió, sujetándome con firmeza. ---Pero te aviso desde ya que no podrás alcanzarme, nerd. Me niego a bajar de aquí.--- sonrió con arrogancia antes de volver a besarme.
---Ya lo veremos.--- le saqué la lengua, dejando escapar una risa.
---¿No quieres celebrar?--- murmuró en mi oreja, acariciando mi cuerpo lentamente.
Sentí una pequeña llama encenderse en mi interior, avivándose cada vez más con cada roce de sus manos.
---Muero de ganas.--- susurré, deslizando mis dedos por su espalda.