-Bye, Eliza.
-Adiós Angie, nos vemos mañana.
La felicidad me rodea en un escenario bastante familiar, una clásica tarde de domingo se presenta en su máxima expresión en medio del parque más hermoso de la ciudad, padres cargando sobre sus hombros a sus adorados hijos, esposas sonrientes, otros niños corriendo en medio de su inocente diversión y ancianos sentados sobre las bancas disfrutando del paisaje, al igual que lo estoy haciendo yo.
-Bueno, creo que es hora de que me vaya.
Paso tras paso mi mente se tranquiliza al recorrer este lugar tan ajeno al mundo actual, tan alejado a esas noticas atroces que pasan día tras día en cada uno de los noticieros que te encuentras en televisión, llenos de negativismo, sólo anunciando guerras, robos, corrupción, catástrofes, como si nunca ocurrieran cosas buenas en este planeta. Y no es que sea una tonta que se niegue a aceptar la realidad de nuestra sociedad, pero, es que según todo eso estamos viviendo en el mismísimo infierno y tampoco creo que estemos en ese extremo.
Los humanos somos seres repletos de errores, todos sabemos eso, también sabemos que las cosas están mal, pero, ¿es tan difícil ver las cosas de modo positivo? Es por eso que me gusta tanto este parque, siempre puedo ver a personas felices disfrutando de sus vidas, me hace recobrar la esperanza en nuestro mundo y en la gente, me hace ver que las cosas no están tan pérdidas como creemos y así como es este parque, también hay muchos escenarios alentadores que he tenido la oportunidad de presenciar. Ese es el mensaje que quiero llevar cuando cumpla mi sueño, cuando llegue al lugar que anhela con ansías mi corazón, le haré saber al mundo que no debe perder la fe en la humanidad, porque al hacerlo significa que estás dejando de creer en las personas que te rodean, volviéndote incapaz de ir a ningún lado, ya que nadie es capaz de triunfar solo en esta vida.
La gente sí que es estúpida, si las cosas están mal, ¿por qué no hacen nada por cambiar esa situación? Al final siempre es más fácil recalcar las situaciones adversas más obvias que hacer algo al respecto.
-Ayyy Dios, ni modo.
Afortunadamente para esta sociedad hundida en la decadencia y condenada a su propia destrucción, ha nacido alguien dispuesta a sembrar la semilla que cambiará las cosas a su debido tiempo. Claro, haciendo las cosas a su modo, a través de sus sueños y realizando lo que ama.
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EL SUEÑO DE UN PRODIGIO
Teen FictionAlejandro Ordoñez Salazar era considerado como la mayor promesa del fútbol colombiano ganando 4 campeonatos nacionales consecutivos con su legendario equipo el Quindío Spurs. Sin embargo, cuando se encontraba en su mejor momento desapareció. Dos a...