CP 10 PARTE FINAL

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Érase una vez un par de niños que eran muy amigos y jugaban fútbol en la escuela de su barrio. Uno de los niños sabía muchas cosas de las que tenía que hacer en la cancha ya que su papá lo había metido desde muy joven a escuelas de formación deportiva y era considerado como un jugador con un potencial enorme. El otro niño apenas ingresaba por primera vez a un equipo de fútbol y no sabía mucho del mismo, por lo cual su amigo era su modelo a seguir, se convirtió en un defensor para poder jugar junto a él en la cancha y se pudieran apoyar mutuamente.

"—¡Vamos Alejo!

—¡Ok Santi!"

Juntos se volvieron en una muralla impenetrable para cualquiera de sus adversarios.

"—¡Jajajajaja nadie puede con nosotros Alejo!

—¡Sí, juntos somos invencibles!"

Pero dicha situación tan feliz y agradable para estos dos amigos, cambió con la misma velocidad que se estableció.

"—Alejandro, ¿por qué no juegas más adelante? Con tu visión de juego sin duda nuestro mediocampo se hará más fuerte."

El segundo chico, aquel que apenas comenzaba en el fútbol mostró unas habilidades extraordinarias que terminaron por superar a su querido amigo y así una brecha entre ellos apareció, una brecha que se vio manifestada en su distancia en la cancha, hasta que terminaron por separarse de equipos.

Y el maestro terminó por convertirse en el aprendiz.

"Jamás me molestó que Alejandro terminara por superarme, desde el primer partido que jugamos juntos lo noté, a pesar de no entender las reglas del fútbol su intuición era fantástica, así que no era de extrañar que terminara sucediendo. Aquel tiempo que jugamos juntos como defensores lo tomé para disfrutar del crecimiento de mi amigo, hasta que el número 5 que llevaba se convirtió en un número 8 para terminar siendo ese número mágico que tan bien le queda."

"—Desde hoy seremos rivales Santi.

—Tienes razón Alejo, la próxima vez que nos encontremos tendré que marcarte.

—Buena suerte con eso.

—¿Qué quieres decir? Que te hayas vuelto un 10 no significa que seas mejor que yo.

—Tal vez estés en lo cierto.

—¿Tal vez? ¡Empecé a jugar fútbol primero que tú!

—Eso es verdad, fue muy divertido jugar contigo.

—Lo mismo digo, aunque al principio no tenías ni idea de fútbol, te terminaste convirtiendo en un jugador decente.

—Gracias por todo.

—¡¿Eh?!... esto... ¡¿por qué demonios me das las gracias?! ¡La próxima me encargare de que no te sigas luciendo tanto!

—Sí, no te contengas."

"Y aunque ese día tardó más de lo esperado por la mudanza de mi familia fuera de Armenia, jamás perdí de vista mi objetivo."

"—¿Has oído sobre ese chico llamado Alejandro Ordoñez Salazar? Dicen que rompió el récord de goles y asistencias en el campeonato nacional.

—¡¿Qué?!"

"Siempre observé ese 10 desde atrás y continúe trabajando arduamente por poder un día alcanzarlo y tener una batalla digna contra él."

"—¡LOGRAMOS LLEGAR A LA FINAL DEL NACIONAL!

—Y el rival es la legendaria escuela del Quindío Spurs comandada por el Rey del campo."

EL SUEÑO DE UN PRODIGIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora