Viendo hacia atrás creo que no recuerdo en mayor medida cómo era el estilo de juego que practicaba con el profesor Suarez, sí recuerdo mis inicios de defensor central junto con Santiago, pero si me hicieran una entrevista preguntándome sobre ese tiempo, probablemente no sería capaz de responder ninguna pregunta en concreto, porque antes de que cayera en cuenta, la mayoría de los partidos los terminé jugando en automático. Aclaro que por supuesto sé qué tipo de fútbol le gusta al profesor, es sólo que mi desinterés en aquel entonces por lo que sucedía a mi alrededor llegó al nivel de terminar subestimando por completo al fútbol y a mis rivales, error que llevaría a la desintegración del equipo que tanto le costó armar. "La futura generación de oro del fútbol colombiano", así es cómo él nos veía en ese entonces.
—...
"Sin duda sea cual sea su equipo, será uno muy superior al nivel de un equipo recién formado, él es ese tipo de estratega que no hace su movimiento hasta tener una base sólida de la cual sostenerse."
Alternando entre el pasado y el presente, cumpliendo con lo que parecía ser mi condena desde que regresé a Colombia, nuevamente el peso de los pecados que había cometido estrujaba en la parte más vulnerable de cualquier ser humano, el corazón.
—¡Adelante Alejandro!
"Mierda ya me puse de mal humor."
—Lo siento Jirafa, no es nada personal.
—¿Ah?
Disparando de la forma más asquerosa que puede existir, potente, recto y seco, pero sin nada de gracia, el balón se clavaba en el ángulo sin permitir movimiento alguno de Julián.
—Impresionante.
—¡ESE ES NUESTRO REY!
—No lamas puercoespín.
"Esto no tiene caso."
Traté de limpiarme mis habituales pensamientos negativos echándome una botella de agua en la cabeza, recostándome un rato ante la falta de un guía durante el entrenamiento de esa tarde.
"Si me vuelvo a dejar llevar por mis sentimientos terminare cometiendo los mismos errores."
Esa sería mi línea de pensamiento normal, no obstante...
"No, antes si vuelvo a fingir que no tengo sentimientos terminare más podrido de lo que estoy."
En mi caso, en vez de falta de control que es lo normal en un adolescente, mi mayor defecto era mi corazón frío que era el que producía el fenómeno que la fujoshi llamaba, "cara de muerto viviente".
—Por el momento lo único que me queda es sacar el máximo provecho de este partido.
—¡Buen trabajo muchachos! —apareciendo con su casual e irrompible sonrisa, el profesor Diego nos pedía reunirnos sin ninguna explicación por haber llegado tarde al entrenamiento.
—¡Todo listo! —exclamó apenas todos nos sentamos a su alrededor.
—¿A qué se refiere? —preguntó Felipe.
—Pues a nuestro amistoso con el colegio Libertadores
—¡¿QUÉ?!
"¿Así que ese es su equipo? Queda perfecto con la forma en que concibe el fútbol."
—El Libertadores es ese equipo que le ganó al enano, ¿cierto? —confirmé la información con Lucas.
—Sí, es el colegio más fuerte en todas las categorías de los intercolegiados de fútbol en el departamento.
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EL SUEÑO DE UN PRODIGIO
Fiksi RemajaAlejandro Ordoñez Salazar era considerado como la mayor promesa del fútbol colombiano ganando 4 campeonatos nacionales consecutivos con su legendario equipo el Quindío Spurs. Sin embargo, cuando se encontraba en su mejor momento desapareció. Dos a...