CP 5 PARTE 5: DIEGO

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1, 2, 3... 19, y con Paolo y Junior, 21. Apenas el número de integrantes de un equipo decente para esta categoría, aunque ni siquiera alcanzamos para hacer un partido entre nosotros... uhm esto va hacer un tanto más difícil de lo que imaginé.

"—¿Me necesitaba para algo, señor rector?

—Por supuesto Diego, siéntese.

—¿Hice algo mal?

—Para nada, sólo me llegó una solicitud un tanto curiosa que lo involucra a usted.

—¿A mí?

—Es sobre el equipo de fútbol juvenil.

—Oh, ¿así que Felipe le pasó el formulario?

—Exacto y lo pone a usted como el entrenador del equipo.

—Sí, ¿algún problema con eso?

—Creo que usted es bastante consciente de su posición aquí en el colegio como el profesor más joven del plantel.

—Sí, me lo recuerdan a cada rato.

—¿Sabe de fútbol?

—Estoy estudiando durante mi tiempo libre para ser entrenador.

—Vaya, qué curioso, un profesor de español y director técnico de fútbol.

—¿A dónde quiere llegar?

—A nada, solamente me llama la atención la decisión de Felipe de escogerlo como entrenador del equipo.

—...

—Sólo tenga en cuenta señor Diego que el formar un equipo de fútbol en una institución como esta no es cualquier cosa, así sea reformado desde cero, espero ver algo interesante en la cancha y que deje en alto el nombre de la escuela."

¿Eso se supone que era una amenaza? Fuese lo que fuese, tampoco es que estuviera pensando salir con cualquier cosa al aceptar dirigir a estos chicos. Dicho esto, vaya grupito que me tocó.

—Buenas tardes a todos.

—Buenas tardes—me saludan algunos con una motivación bastante pobre.

—Disculpen la demora, pero estaba cuadrando unos últimos asuntillos en la rectoría.

—¿La rectoría? Oiga profesor, ¿no lo irán a echar?

—¡Jajajaja qué chistoso Felipe! Por supuesto que no—eso espero—así que, sin más preámbulos, comencemos de una vez con esto, para los que no me conocen soy Diego Pineda, profesor de español y a partir de hoy seré su entrenador.

La ceja de la mayoría se levantó al decir que era profesor de español. ¿Qué? No sabía que sólo los profesores de educación física podían ser entrenadores de un equipo escolar.

—Entonces, lo primero que deberíamos hacer es que ustedes se presenten con nombre, apellido, posición o posiciones y grado para identificarlos—dicho y hecho, de a uno empezaron a presentarse indiferentemente hasta llegar al grupo más curioso.

—Lucas Monsalve, volante o extremo por derecha, estoy en 10°—¿por qué parece como si acabaras de salir de una pelea? Mejor me evito problemas y hago como si no hubiese visto nada, igual que lo hace el excelente sistema judicial de nuestro lindo país.


—Mi nombre es Felipe Ramírez Álzate, mi posición es volante de contención o también puedo hacerlo como volante de creación y actualmente me encuentro cursando 11—no sé cómo su mirada puede ser tan parecida a la del rector sabiendo que no tienen ningún lazo sanguíneo.

EL SUEÑO DE UN PRODIGIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora