Siendo sinceros aquel reto no tenía ningún propósito específico o al menos así lo era para todos los presentes, excepto Nicolás Estrada Castro, que lucía extremadamente emocionado ante el hecho de poder jugar contra Alejandro. En cuanto a nuestro protagonista, todo lo que estaba a punto de ocurrir no era más que una pérdida de tiempo (cosa rara).
—Entonces, ¿cómo piensan jugar? —se atrevió a preguntar Elizabeth un poco nerviosa por la frívola mirada de su "ahijado" que era mucho más intensa de lo habitual.
"¿Qué tiene que ver todo esto con la payasada de mi hermana y el rector? ¿Crees que por tratarse de fútbol podrás sacar algo de información?"
El sol de media mañana era intenso, haciendo ver brillante al césped de la cancha del colegio Esperanza que mantenía en condiciones espectaculares, bien podada y regada, perfecta para un partido.
—Es bastante simple, es un reto uno contra uno, ¿no? Pues el que logre pasar al otro será el ganador, en caso de que por ejemplo el que ataca pierde la pelota, tendrá que defenderse y así sucesivamente hasta que haya un ganador —propone alegre el principal responsable de aquel evento raro.
—¿Tienes algún problema con eso?
—Ninguno—respondió inmutable Alejandro.
—Bien, así será—la que parecía hacer de árbitro dejó caer la pelota en un punto medio entre los dos competidores.
—¿Quién empezará atacando?
—Démosle ese beneficio al valiente.
—¿Estás seguro? —preguntó Nicolás insinuando con su rostro que en esa clase de reto la ventaja de tener el primer ataque era fundamental.
—Dado a que pareces tan emocionado por retarme, es lo mínimo que puedo hacer, igual ataque quien ataque primero el resultado será el mismo.
"El orden de los productos no altera el resultado."
—No deberías subestimar tanto mis habilidades—apunta el joven con peinado de puercoespín recogiendo el esférico y tomando una distancia prudente.
—Antes de nada, ¿por qué quieres hacer esto? —lo cuestiona el Rey del campo antes de iniciar el duelo.
—No todos los días tienes la oportunidad de encontrarte con la persona que más admiras—le respondió extasiado.
—¿Admirar?
—Quiero probar mis habilidades con la persona que me motivo a jugar fútbol, quiero comprobar mis limites ante el más fuerte de todos.
"Menudo estúpido."
—¿Sabes que llevo 2 años sin jugar?
—El que es bueno siempre será bueno.
—No deberías poner tantas expectativas en alguien que no conoces personalmente, podrías llevarte una gran decepción.
—Jamás podría quedar decepcionado de alguien como tú.
"Nunca podría."
Tomando aire buscando tranquilizar su irritación por ese último comentario, Alejandro saca una tira para el cabello de su bolsillo, acomodando su alborotado pelo hacia atrás en un moño que indicaba que el cruce de palabras había terminado.
"¡Eso es! ¡Empecemos!"
Listo para arrancar, lo único que frenaba la embestida de Nicolás era la espera de que Elizabeth diera la señal para iniciar el encuentro.
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EL SUEÑO DE UN PRODIGIO
Fiksi RemajaAlejandro Ordoñez Salazar era considerado como la mayor promesa del fútbol colombiano ganando 4 campeonatos nacionales consecutivos con su legendario equipo el Quindío Spurs. Sin embargo, cuando se encontraba en su mejor momento desapareció. Dos a...