16 Competencias, competencias
El sol de la mañana ya comenzaba a elevarse sobre las instalaciones deportivas, calentando el ambiente con la promesa de un día agitado. Las competencias continuaban, y los niños estaban más nerviosos que nunca. Trato de mantenerme calmada mientras ayudo a Leo y Nico a prepararse, pero mi mente esta en otra parte. Rafael sigue rondando en mi cabeza, con la conversación de la noche anterior todavía fresca.
—Mamá, ¿me estás escuchando? —pregunta Leo, sacándome de mi ensueño.
—Ah, sí, claro, mi amor. Solo estoy pensando en... la competencia de hoy. Estás listo para dar lo mejor —respondí, dándole una sonrisa a Leo para tranquilizarlo.
—Si mami. Me voy a divertir mucho. Ojalá que me toque en el mismo set que Ethan y Andrés, aunque me pone algo triste que Nico y Sebastián ya no sigan en la competencia.
—Mi amor, no te preocupes, ellos también hicieron un super esfuerzo y lo hicieron muy bien. Además, ten e cuenta que es su primer competencia y han llegado en muy buenos lugares.
La mañana avanza rápidamente con las competencias y el tumulto de gente que hay apoyando a cada competidor. A pesar de que ayer fueron las primeras eliminatorias, el lugar sigue abarrotado.
Llegamos nuevamente al mismo lugar de ayer, a la entrada de los vestidores a despedir a nuestros niños, con la diferencia de que esta vez entran solo Leo, Ethan y Andrés. Sin embargo, Nico y Sebastián llegan a desearles todo el éxito a sus amigos y hermano. Son todos unos pequeños profesionales a los que me quiero comer a besos. A diferencia de Suemy, que ella se queda rezagada hablando con su hijo, que a juzgar por su expresión, no creo que le este dando un discurso motivacional. ¡Pinche vieja loca, traumada!
Marce, hasta Priscila y yo nos acercamos con los chicos y los entrenadores, que están dándose instrucciones entre ellos.
—Bueno corazones, hasta aquí llegamos nuevamente nosotras, el resto depende de los entrenadores y de ustedes. Nosotras estaremos en las gradas esperándolos con los brazos abiertos para felicitarlos sea el resultado que sea, porque desde ya, les digo que, en lo personal, estoy súper orgullosa de los 5. ¡Son mis grandes guerreros!
—Si chicos, yo también estoy muy orgullosa del equipo que somos, pero sobre todo, me tiene muy sorprendida y orgullosa todo el empeño que han demostrado todos – Priscila se le adelanta a Marce con sus palabras de aliento a los chicos, algo que nos sorprende a mi a miga y a mi, pero nos encanta. No se si sea las palabras bonitas, que se que le llegaron al pequeño corazón de Sebastián, o que se le haya revelado a la arpía de su amiga. Sea como sea, se le agradece.
—Es hora de entrar, Tiburones – Nos interrumpe Juan Carlos, dándoles paso a sus competidores estrella. – Mamitas, ustedes vayan a las gradas a esperar a los chicos, tal como ayer y nos vemos en un rato.
Todas nos encaminamos a la salida, pero Rafael y yo nos buscamos con la mirada, esta vez soy la mamá de Leo buscando la confianza de el Coach responsable. Le agradezco infinitamente que entienda mi lenguaje de miradas y me de un ligero asentimiento de cabeza para indicarme sin palabras lo que necesito saber en ese instante: "Todo esta bien, yo me encargo". Eso es más que suficiente para dar media vuelta y seguir mi camino con mi pequeño Nico hacia nuestros respectivos lugares en las gradas.
El sol pegaba fuerte sobre la piscina, y aunque el calor era intenso, lo que más me incomodaba era la tensión en el aire. Y no ayudaba que ahora nos toco sentadas a las cuatro mamitas juntas, ya que eran los únicos lugares libres en medio de todo el gentío. Al fondo estaba Suemy, después Priscila, seguida de Marce y al último yo. Entre más lejos de Suemy esté mejor.
ESTÁS LEYENDO
Más Allá del Juego
Storie d'amoreMás allá del juego ¿Quién dijo que el divorcio es el fin del mundo? María, una empresaria de 37 años con dos hijos, te demostrará que es solo el comienzo de una montaña rusa de risas, sarcasmo y segundas oportunidades. Acompáñala mientras malabarist...