Vemos el espectáculo de fuegos artificiales proyectando las películas de Disney en el castillo. Sigue lloviendo pero eso no nos ha impedido quedarnos hasta el final para poder ver esta maravilla.
Sin duda este espectáculo es una de las cosas más bonitas que tiene Disney. Siempre intento ponerme lo más en el centro y separada que puedo para ver todo bien, pero hoy con los paraguas y la lluvia no se contempla igual, aunque sigue siendo precioso.
A mi hermana se le caen las lágrimas mientras graba con mi móvil todo lo que puede y lo que la lluvia le permite. Yo simplemente disfruto la visual ya que por primera vez no soy yo quien tiene que grabar estando en Disney porque para eso está mi hermana, a ella le encanta fotografiar y grabar todo, así que esa parte yo me la ahorro.
-¿Te gusta?-la pregunto.
No responde, solo asiente con la cabeza. La agarro del brazo y seguimos mirando los fuegos.
Esto solo me ha hecho darme cuenta de que tenemos que volver juntas a vivir la experiencia de nuevo. Siempre he sabido que es un lugar del que no me cansaría nunca aunque viniese mil veces, pero ahora que he venido con ella, me doy cuenta que quiero que sea mi compañera en todos los viajes que haga de vuelta a Disney.
La próxima vez me gustaría que nos hospedásemos en un hotel dentro del parque y poder disfrutar de todo lo que ofrece esa experiencia, ya que conoces a los personajes en los restaurantes y puedes disfrutar de más tiempo dentro del parque. Por no hablar de que te levantas y lo primero que ves es el castillo y ya estás allí.
-Venga vámonos a casa-dice Emilio.
Cogemos el autobús de vuelta a casa y el trayecto se nos hace más largo porque nos confundimos al coger el correcto, por lo que se nos suman diez minutos más de camino con la lluvia, algo que desde luego no nos hace gracia porque estamos muertos de frío.
Siempre he venido en invierno por lo que esperaba que al estar en el mes de septiembre el clima sería más cálido, pero para mí mala suerte no ha sido así.
Al llegar a casa nos duchamos por turnos, Gala y yo somos las primeras, mi madre nos sigue y el último es Emilio, que ha estado preparando la chimenea para poder entrar un poco en calor hasta que nos vayamos a la cama.
-Voy a ir metiendo las pizzas en el horno-digo.
-Es tarde, ¿por qué no calentamos la pasta que compramos?-pregunta mi madre.
-Buena idea-digo-Voy a calentarlo.
Hago la cena y pongo todo lo necesario en la mesa como los cubiertos, vasos y servilletas. Mi hermana saca la bebida de la nevera y esperamos a que Emilio salga de la ducha para cenar.
-Bueno, el día ha terminado-dice mi madre.
-Estoy tan feliz-digo.
-Yo estoy viviendo un sueño-dice mi hermana.
Todos hablamos de lo mucho que nos ha gustado el parque y de lo bien que lo hemos pasado a pesar de la lluvia. A la hora más o menos nos preparamos para irnos a la cama.
Le damos un beso de buenas noches a Emilio y le dejamos viendo una película en el salón, mientras que nosotras tres nos vamos a la cama a seguir hablando un poco y hacer el tonto, algo que a Gala y a mí se nos da demasiado bien. Somos muy felices haciendo el tonto y sin importarnos el resto del mundo, así somos nosotras y aunque nadie nos entienda, lo importante es que entre nosotras lo hacemos a la perfección.
-Buenas noches chicas, os quiero-dice mi madre.
Mi hermana y yo empezamos a vacilarla, haciéndola bromas hasta que por fin, nos quedamos dormidas en un profundo sueño.
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Si decides quedarte.
Teen FictionNatasha ha dedicado su vida a trabajar y viajar a partes iguales. Siempre ha tenido el mundo a su disposición y la vida resulta. Reina del orden y la tranquilidad, ese ha sido siempre su lema. Un viaje a Paris, una familia no común y la reina de la...