Recojo a Antoine en la ubicación exacta donde me dijo y veo que aparece disfrazado de su personaje Doctor Strange. No puedo evitar reírme cuando sube al coche y él también se ríe ante la situación.
-Hola doctor-digo.
-No es gracioso, se me olvidó coger ropa de cambio del hotel-me explica.
-Admite que un poco gracioso si es, no suelo llevar a un súper héroe todos los días en mi coche-digo arrancando.
-¿Podemos ir a mi hotel a cambiarme? No me gustaría visitar Madrid así vestido-me dice.
-Con lo bien que te queda, es una lástima...-digo vacilando.
Hago lo que me pide y nos vamos dirección a su hotel. Escuchamos música en el camino y me cuenta cómo ha sido su jornada de hoy. Han ido muchos candidatos y solo un par tienen la oportunidad de poder trabajar como sustitutos en Disney. Allí siempre tienen al personaje principal y uno o dos sustitutos por si pasa algo o por los días de libranza. Me cuenta que él necesita un sustituto porque el que tenía ha tenido que dejar el trabajo por motivos familiares y que hoy ha visto a un chico que le ha gustado para hacer el papel.
Subimos a su habitación y me quedo sorprendida por lo grande y bonita que es, mucho más de lo que él me había contado. Es incluso casi más grande que mi casa, pero lo que más me sorprende es la cantidad de comida que tiene en la habitación, comida que le regala el hotel por su estancia aquí.
-Es increíble-le digo.
-No has visto el baño todavía, mira ven-me dice.
Entro y veo que el baño es enorme, todo en color blanco. Un espejo enorme ocupa solo una pared y un gran jacuzzi se encuentra en el centro del baño, al otro lado una ducha y el lavabo y al final del todo, rodeado por unas puertas de cristal el inodoro.
-Dime que has probado el jacuzzi porque si no me enfadaré contigo-le digo.
-No lo he usado, no he tenido tiempo para hacerlo.
Salgo a la habitación para que Antoine pueda cambiarse en el baño. Deja la puerta entreabierta y veo como se desnuda. Abro los ojos cuando veo sus músculos marcados y sus grandes abdominales. Cierro los ojos y aparto la vista cuando se da cuenta de que le estaba mirando. Sale del baño y me encuentra sentada en la cama esperándole.
-¿Crees que así vestido tendré frío?-me pregunta.
Se ha puesto un vaquero y una sudadera negra, por lo que no creo que pase frío así vestido.
-No, así estás perfecto-digo.
¿Cómo puede ser tan guapo? ¿Él se dará cuenta de lo increíble que es? No lo creo, aunque debería.
-¿Cuáles son los planes?-dice sentándose en la cama.
-Había pensado en ir a la Puerta del Sol, Gran Vía y terminar en Atocha, tampoco tenemos tiempo para mucho más, quizás si vienes en otro momento pueda enseñarte mucho más.
-Todo lo que quieras a mi me parece bien y quién sabe, quizás este no es mi último viaje a Madrid, ahora tengo motivos para venir.
No le digo nada, solo sonrío y agacho la cabeza nerviosa ante su comentario. Sé que se ha referido a mí con tener motivos para venir y eso me alegra el corazón, me hace sentir importante por primera vez en mucho tiempo.
Lo primero que visitamos es la Puerta del Sol, le explico los monumentos de la plaza y le hago fotos en todos los sitios donde me pide, subimos por la calle Preciados hasta que llegamos a la plaza de Callao y caminamos por ella mientras hablamos de todo un poco. Me cuenta que él siempre había soñado con venir a Madrid, dice que le parece una ciudad muy elegante, yo en cambio siempre he querido huir de aquí, de hecho si no fuese porque Antoine está aquí yo no estaría caminando por estas zonas, la gente me agobia y el centro de Madrid me parece horrible, no le encuentro la belleza de la que todo el mundo habla. Caminamos por Gran Vía, observando los edificios, las tiendas y la gente tan alternativa que camina por la calle. En París todo el mundo es elegante, la gente tiene una imagen impecable y se preocupan por su belleza, aquí no, aquí puedes encontrar desde alguien pijo y elegante hasta la persona más emo que puedas imaginar. Me encanta que la gente sea diferente y que cada uno tenga su propia personalidad, eso es lo único que me gusta de este ciudad, que todos parecen libres de mostrar la imagen que quieren.
-Quizás podrías venir a París la semana que viene-me dice.
-¿Qué? Yo no puedo...Ósea económicamente no puedo viajar otra vez allí.
-Yo te invito, no pagues nada, solo ven-me dice mientras seguimos caminando.
-¿Puedo pensarlo?
-Por supuesto, no quiero que lo hagas obligada, pero me haría feliz que vinieses a visitarme, podrías quedarte en mi casa y si yo trabajo incluso podrías venir conmigo y pasar el día disfrutando de las atracciones-hace una pausa para mirarme-Aquello te gusta mucho y teniendo la oportunidad de venir otra vez, pues yo estaría encantado de ayudarte a hacerlo posible.
-Vale-digo sonriendo.
-¿De verdad?-me pregunta asombrado.
-De verdad.
Antoine me da un pequeño abrazo y me coge del brazo para seguir caminando.
-¡Qué alegría! Prometo que organizaré todo para que sea un fin de semana especial y bonito, el mejor de todos los que hayas tenido-dice.
No lo dudo. Sé que él es capaz de eso y más, así que no tengo ninguna duda de que hará lo imposible porque así sea.
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Si decides quedarte.
Teen FictionNatasha ha dedicado su vida a trabajar y viajar a partes iguales. Siempre ha tenido el mundo a su disposición y la vida resulta. Reina del orden y la tranquilidad, ese ha sido siempre su lema. Un viaje a Paris, una familia no común y la reina de la...