Capítulo 9.

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Aún sin sacarme de la cabeza mi encuentro con ese hombre seguimos caminando por el parque, con la esperanza de encontrarle. Necesito volver a verle, no puede quedar así, necesito saber quién es en realidad, saber su nombre y todo lo que pueda sobre él.

-¿Qué me pasa? Me estoy volviendo loca-digo mientras que miro mis fotos con él.

-Natt, estás fatal, no vas a volver a verle nunca, es un chico guapo igual que todos los guapos que se te cruzan en el camino.

-No, no es solo eso.

-¡Pero si no le conoces!-dice Emilio.

-No lo entendéis, he sentido una cosa muy extraña, algo que no me había pasado antes, he sentido...

-¿Amor?-pregunta Emilio sarcásticamente entre risas.

-Yo no me río, de verdad que he sentido conexión o llámalo como quieras, pero no ha sido algo normal...

Intento explicarme de la mejor forma que puedo, sé que parece que estoy loca o que soy una quinceañera viendo a su amor platónico, pero es que de todos los hombres que he conocido, él tenía algo diferente, algo especial, lo he notado desde el primer momento que he cruzado miradas con él.

-Natasha, déjalo de verdad, estás loca-dice Gala.

-Dejadme en paz, olvidadme-digo enfadada con ellos.

Continuamos con las atracciones y repetimos varias veces en Avengers. Por fin ha dejado de llover y ya podemos disfrutar mejor del parque y hacernos fotos sin tener que llevar el chubasquero.

-Venga, quiero una aquí al lado de la nave-le digo a Gala para que me haga fotos.

-Natt, no sé qué te pasa pero estás distraída, no sales bien-me dice.

Niego con la cabeza e intento evadir todos los pensamientos que tengo del hombre de antes. Sé que no voy a volver a verle, debería de dejar de pensar en estas estupideces, ya que no voy a conseguir nada porque no voy a volver a verle, no hay forma alguna de conseguir volver a verle, por mucho que lo intente.

Continuamos con la sesión de fotos y después soy yo la fotógrafa, mientras tanto mi madre y Emilio esperan a que terminemos para ir de nuevo a la atracción de Spider-Man.

Una vez que montamos mi hermana es todavía más feliz que antes ya que estaba deseando montar en esta. Al salir mi madre y Emilio repiten y nosotras nos vamos a Avengers a montar varias veces seguidas antes de que tengamos que irnos.

Ha sido sin duda un día increíble, lo repetiría una y otra vez, pero ya se ha terminado, el parque va a cerrar y todo el mundo sale a la calle para volver a sus casas u hoteles.

-Volveremos, te lo prometo-le digo a mi hermana.

-Lo sé, pronto ya lo verás-dice cogiéndome de la mano.

-Oye Natt, ¿no ibas a comprarle a Hugo un detalle?-pregunta mi madre.

Casi se me olvida, mi mejor amigo Hugo me pidió un detalle de Disney, como ya es costumbre cada vez que vengo. Hugo y yo llevamos toda la vida siendo amigos, nos conocimos con siete años en el colegio, recuerdo que yo llegué nueva al colegio y él fue el único que se acercó para ser mi amigo, desde entonces no nos hemos separado nunca.

Me encantaría algún día también poder compartir esta experiencia con él, ya que ha sido siempre uno de mis acompañantes de películas Disney junto con Gala. Algún día vendrá conmigo, no tengo dudas. Ojalá estuviera aquí para poder haber vivido con él lo ocurrido, porque él me entendería ya que comparte exactamente la misma locura que yo.

Salimos del parque y compro un llavero de Campanilla, el hada de Peter Pan. A Hugo le encantará, porque le recordará a mí.

-Hola.

Me giro al escuchar la voz de un hombre cerca de mí y me asusto, pegando un salto en el sitio. Le miro extrañada y retiro la cabeza hacia atrás, abriendo los ojos mientras que mi familia se queda asombrada.

-Soy...-intenta decir.

-Sé quién eres, es solo que sin el traje me ha costado reconocerte...-digo nerviosa.

Es mucho más guapo de lo que imaginaba, aún sin el traje sigue siendo el hombre más guapo que he visto nunca. La barba efectivamente era suya, su pelo natural el cual estaba escondido por una peluca también es negro y sus ojos siguen siendo los mismos, esos azules tan bonitos que antes he visto en una sala encerrados.

-Me lo imaginaba, ¿ya te vas?

Le miro sorprendida por su perfecto idioma, por su elegante vestimenta al estilo francés. Lleva un pantalón beige y un jersey negro de cuello alto.

-Si. Nos vamos a casa, mañana tenemos que levantarnos pronto y además, el parque ya ha cerrado-le explico.

-Verás...Yo...Yo...-dice nervioso-Me gustaría invitarte a pasar el día mañana conmigo, tengo el día libre y ya que te he encontrado, me gustaría que me acompañases mañana.

Le miro sorprendida mientras noto las miradas fijas de mi familia y la emoción de mi hermana.

-Lo siento, es un viaje familiar y no puedo abandonarles-digo.

-Oh claro, lo entiendo, la familia es lo primero-dice decepcionado-Aunque si queréis puedo enseñaros Paris a todos también, por mi no hay problema.

-Yo...Es que no sé qué decir-digo dubitativa.

-¿Por qué no vienes a cenar a casa?-pregunta mi hermana.

Me giro a mirarla, sorprendida y avergonzada a partes iguales.

-No creo que él quiera venir-digo.

-Me encantaría-dice para mi sorpresa-Tengo el coche aparcado a un par de minutos, así que puedo llevaros.

-¿De verdad que no te importa?-pregunto.

-No tengo algo mejor que hacer, será un placer acompañaros.

Si decides quedarte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora