Capítulo 46.

3 4 0
                                    

Antoine sigue sin hablar, lleva sin hacerlo desde que nos fuimos del puente y cogimos el coche por lo que veo, dirección a casa. He intentado preguntarle varias veces y sigue sin responderme, no pienso insistir más, si no quiere hablarme ahora que no lo haga. Empiezo a pensar que no tiene buen relación con su madre por la forma en la que se han hablado y en que tampoco he visto muestra de cariño por ninguna de las dos partes.

Llegamos a casa y Antoine baja del coche dejándome a mí atrás, que intento caminar lo más rápido que puedo para alcanzarle aunque fracaso en el intento. Por fin entro a casa y le veo sentado en el sofá.

-¿Se puede saber qué te pasa?-le pregunto.

-¿Por qué has hecho eso?

-¿Hacer el que?

-Aceptar la invitación, creerte con el suficiente poder de hacer lo que te dé la gana.

-Pensaba que habías dicho que no iríamos por mí, porque pensabas que no querría ir.

Se levanta del sofá y veo la cara de enfado y como de nervioso está en estos momentos.

-¡Natasha no todo gira en torno a ti! Deja de controlar y gestionar todo, porque hay veces que no está en tus manos y en mi vida yo decido lo que quiero o no hacer.

-¡Si me contases las cosas quizás no intentaría gestionar todo!

-Es precisamente por eso que no te lo cuento, porque intentarías gestionar y controlarlo todo y no quiero que te metas en mis asuntos-dice enfadado.

-¡Vete a la mierda Antoine!

-Eres una egoísta Natasha, solo piensas en ti y en cómo hacer tus malditos planes en vez de intentar entender que a veces tienes que quedarte al margen de las situaciones que no dependen de ti.

-¡Yo solo quiero ayudarte!

-No. Tú lo único que quieres es controlar esto también porque tienes una obsesión sobre el control, quizás deberías darte cuenta antes de seguir metiendo la pata.

-No pretendo controlarte...Solo pensaba que sería buena opción ir mañana a cenar con tus padres.

-¿Sabes qué? Déjalo, no vas a entrar en razón y no pienso convencerte de absolutamente nada.

Antoine se marcha por el pasillo y se encierra en la habitación. Yo me quedo sentada en el sofá pensando en la horrible discusión que acabamos de tener.

¿Tendrá razón? ¿Será verdad que solo pienso en mí y que intento gestionar todo? Es cierto que necesito tener todo siempre controlado y que quizás me esfuerzo demasiado en que todo salga como quiero, pero en este caso no era así, en este caso pensaba que estaba haciendo lo correcto, cuando planeo las cosas todo sale bien o al menos casi siempre, pero a lo mejor tenía razón Antoine y esto es algo que no tenía que gestionar yo ni solucionar, quizás es algo que debía hacer él ya que es algo suyo y era su madre.

Me levanto a la cocina y veo que puedo preparar de cena, quiero hacer algo bueno y ya que hemos pasado todo el día cada uno en un lugar de la casa, quiero que al menos cenemos juntos y ver si podemos solucionar algo. Preparo filetes de ternera con patatas cocidas y una ensalada de arroz con atún y maíz. Coloco todo en la mesa y pongo unas velas de decoración.

Llamo a la puerta de la habitación y entro en ella, Antoine me mira desde la cama y yo le sonrío débilmente en muestra de paz.

-He preparado la cena...

-No tengo hambre-dice.

-Antoine lo siento, tienes razón, he intentado gestionar algo que ni siquiera me correspondía y lo siento.

-Ven aquí-dice señalando a la cama.

Me tumbo en la cama, apoyada en su pecho y él me acaricia la cabeza.

-Es más complicado que todo esto, pero gracias por las disculpas.

-Llama a tú madre y dile que no iremos, mañana nos quedaremos en casa viendo películas y jugando a juegos de mesa o haremos lo que quieras hacer.

-Iremos.

-¿Qué?-pregunto extrañada.

-Que vamos a ir, tienes razón, no pienso dejar que nadie me haga sentir pequeño nunca.

-¿Hay algo que quieras contarme antes de ir a esa casa?

-Digamos que no tengo una buena relación con mis padres, por hacerlo resumido.

-No tienes que contarme ahora nada si no quieres-digo mientras le acaricio el brazo.

-Gracias. Vamos a cenar, no quiero que se enfríe la cena.

Nos levantamos y vamos al salón para poder cenar los filetes que efectivamente ya se han quedado fríos. Los calentamos en el microondas y Antoine tiene la gran idea de meterlos en pan modo bocadillo para que sean más fácil de comer porque se han quedado un poco duros.

-Perdona, te prometo que cuando los he hecho estaban mejor-digo.

-Es normal que las cosas se enfríen cuando no se les hace caso.

Sé que lo dice por la relación con sus padres. Aunque Antoine no me cuente las cosas empiezo a conocer sus formas de expresarse y como deja escapar verdades con frases enigmáticas.

Si decides quedarte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora