Desde la primera vez que se conocieron, Ryujin y Yeji han sido inseparables, pasando la mayor parte del tiempo juntas. Pero justo cuando todo parecía ir perfecto, sus vidas cambiarán cuando Ryujin se vea obligada a mudarse a otro país, donde se dará...
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El sol se colaba a través de las cortinas del dormitorio de Ryujin. Era sábado, día perfecto para descansar de los trabajos universitarios.
Shin se estiró aún medio dormida, queriendo dormir de nuevo, aunque el sueño no le venía y tuvo que a duras penas levantarse.
Fue al baño y se vio un rato al espejo, notando que su cabello era un desastre. Lo peinó lo más decente posible y regresó a su cama, sentándose en ella mientras tomaba su celular.
Mientras revisaba los mensajes en su teléfono, notó el recordatorio de su plan con Yeji y Lia para ir al centro comercial esa tarde.
Después de tanto tiempo al fin pasaría rato con su mejor amiga. Sabía que ambas necesitaban desconectarse de la rutina universitaria y pasar tiempo juntas, como solían hacerlo antes.
Por fin...
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Ryujin sonrió al leer el mensaje. Sabía que necesitaba ese tiempo con Hwang, ya que era muy difícil que se reunieran, por desgracia, y por mala suerte del destino, justo en ese momento recibió una llamada de Chaeryeong.
—¡Ryujin! —la voz animada de su amiga resonó por el altavoz—. ¡Hay una fiesta esta noche! Changbin la está organizando y quiere que vayamos, ¡no debemos faltar, Ryu!
Entonces Shin se levantó de la cama, ya sabiendo por dónde iba el asunto.
—Chaery, te dije que hoy iba a salir con Yeji y Lia al centro comercial. Ya hice planes con ellas, ¿recuerdas?
—Pero Ryujin...
—Lee Chaeryeong....
—Vamos, Ryujin, no seas aguafiestas. No te vas a perder de nada en el centro comercial. ¡Además, no puedes decir que no a las fiestas de Changbin! Sabes que siempre son las mejores. Van a estar varios amigos de Bin, pero no será lo mismo sin ti si faltas.
—¿Por qué no vas tú e invitas a Yuna?
Lee suspiró.
—Justo por eso te llamo. Yuna no puede, está ocupada con un trabajo de la facultad, y no quería ir sola.
