06

54 4 0
                                    

Trece años

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Trece años

Odiaba la pubertad y todos los cambios que traía. Era un dolor de cabeza; se sentía rara y fuera de lugar. Sus emociones estaban por todas partes y su cuerpo estaba cambiando de maneras que la confundían.

No lo soportaba, odiaba crecer.

Al menos ya se había adaptado a la nueva escuela... algo. Y entendía mejor el idioma, por lo menos.

Sin embargo, recuerda un día en específico, mientras caminaba por los pasillos de aquella secundaria; lo odiaba recordar porque la hacía confundir si sobrepensaba la situación...

Resulta que estaba muy distraída chateando en su celular con Yeji, cuando tropezó con una estudiante de un grado mayor al suyo.

Los libros de la chica cayeron al suelo tan rápido que Ryujin se agachó a recogérselos por la pena sin alcanzar a mirarla.

Si no hubiera andado de distraída...

—Lo siento mucho —se apresuró a decir cuando estaba recogiendo aquellos libros dispersos.

Por suerte no eran muchos, pero ¿a quién se le ocurría llevarlos en las manos en lugar de su mochila?

No importa, de igual forma había sido su culpa tirarlos.

—No te preocupes, fue un accidente —respondió la chica con una sonrisa.

Entonces Shin terminó de ordenar y recoger los libros, cuando levantó la vista y se encontró con los ojos de la contraria.

Dios, no podía creerlo...

Su corazón dio un vuelco y se sintió sonrojada.

"Hermosa", pensó sin querer.

—Gracias por ayudarme —dijo la chica, tomando sus libros.

—De nada —respondió Ryujin, aún con el rostro enrojecido, y un poco embobada, a decir verdad.

La imagen de la sonrisa de la chica se quedó grabada en su mente. Se sentía extraña, como si algo dentro de ella estuviera despertando.

...Y esa era la tonta razón por la que odiaba recordar aquello, pues no sabía que era, pero tenía sospechas de algo que negaba creer.

Ni siquiera quería recordarlo, prefería borrar de su memoria lo que pasó aquella vez, pero era imposible cuando cada noche que cerraba los ojos e intentaba conciliar el sueño, esa escena se reproducía constantemente en su cabeza como una película, torturándola al punto de mejor querer no dormir.

Recuerda que esa noche, unas horas después de aquel acontecimiento, mientras se preparaba para dormir, no podía dejar de pensar en aquello.

—¿Por qué me siento así? —se preguntaba, sintiéndose aún más rara al considerar la posibilidad de que le gustaran las chicas.

best friend | ryejiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora