Ella se encontraba mirando curiosa al Seelie Flama, previamente le había pedido que se acercara y por instinto o locura, lo tomó entre sus manos tal y como lo hacía siempre con su Seelie elemental de agua, encontrando que la sensación de tenerlo al contacto con su piel era una extraña sensación 'picante', cálido y por sobre todo especial. ¿Por qué especial? Porque los dos hechiceros y los dos omegas se le quedaban viendo con la boca abierta y más pálidos muertos que vivos.
Frunció el ceño.
—¿Pueden dejar de tener esa cara de horror cada vez que mimo a mis Seelies? Además de que no entiendo porque se ponen tan nerviosos. —replicó incómoda.
El primero en levantar hacia ella, fue Nik Eisenrune, con sus ojos verdosos la miró y se compadeció, diciendo:
—Está claro que los omegas que tienes a tu lado velan por tu salud y protección, eso quiere decir que su puesto debe mantenerla sin ningún rasguño. El motivo de que el omega del escuadrón del Alfa se encuentre contigo es más claro que el agua, como tu compañero protector no vino por diligencias mayores... El omega Lucas, debe llevarte en las mismas condiciones en las que fuiste dada. —respondió mientras le pedía la mano a ella, consiguiendo confusión en la Luna al observarlo a detalle— Es impresionante que siendo del elemento Agua, con este pacto no seas capaz de sentir dolor o daño físico ante el contacto directo del calor fuego del Seelie. Magnífico.
—¿Por qué debes tocar todo lo que ves, Bruna?—preguntó angustiada la omega Crystal, nerviosa.
—Flama no me lastimará, es mi aliado, además le gusta mi tacto. —dice con molestia al verla alejarse de ella y su Seelie, con precaución— No entiendo porque le temes si se supone que Seelie te protegió hasta llegar aquí.
—Es precaución y respeto. —replicó Crystal, nerviosa inmediatamente.
—Ella no es una hechicera ni maga, Luna. Quiénes no tengan el pacto con el Seelie Flama, podría tener una quemadura si no tiene cuidado —explicó con una expresión cálida y compasiva el hechicero rubio de Cristales, Erwin Edelrune.
—Pero se supone que la protegió hasta aquí, ¿No tiene eso algo de relación?—pregunta inconforme. Estaba claro que a la Luna no le gustaba que sus Seelie no fueran bienvenidos con la misma actitud de confianza que ella ofrecía.
—En eso tienes razón, hay explicación justificada de esa relación. Los Seelies de fuego habitan comúnmente en los alrededor de la Manada "Hijos del Jaguar" que pertenece al país de procedencia de su omega, Luna. —responde Nik.
—¿Así se llama a la Manada de México?—pregunta con una expresión que cuando la sorpresa la golpeó, su mandíbula cayó hacia abajo, formando una mueca única: los labios permanecían cerrados, pero la parte inferior de su boca se estiraba, creando una expresión similar a la famosa figura de 'El grito'. Las comisuras de sus labios parecían fruncirse hacia los costados mientras su mandíbula descendía notablemente, dejando visible el espacio de casi dos dedos entre su barbilla y el comienzo de su cuello. Al mismo tiempo, sus cejas se alzaban, completando un gesto que transmitía incredulidad pura y desconcierto.— Nde válapema
Crystal suspiró como si hubiera sentido melancolía con esa frase dicha por su amiga y Luna de la manada.
—Ya me parecía raro que no mencionaras nada de ese idioma raro que tienes —comenta la omega con una media sonrisa— ¿Qué dijiste en guaraní? ¿Qué expresión es esa?
—Es que me sorprendió. El nombre es excéntrica para el corto nombre del País de México —se excusa ella, Bruna, con una sonrisa nerviosa al darse cuenta de que le ha salido del alma esa expresión coloquial de su país— "Nde Válapema" significa: ¡Que curioso! En guaraní.
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Luna de Amor
Người sói𝐷𝑒𝑠𝑐𝑢𝑏𝑟𝑒 𝑡𝑢 𝑙𝑖𝑛𝑎𝑗𝑒, 𝑑𝑒𝑠𝑐𝑢𝑏𝑟𝑒 𝑡𝑢 𝑑𝑒𝑠𝑡𝑖𝑛𝑜 Bruna Dávalos, una joven paraguaya de 27 años, lleva una vida dividida entre su trabajo como mesera y su pasión por escribir historias de hombres lobo. Mientras sueña con algo...