Capítulo 53

9 2 1
                                        

Bruna salió del "Templo Arcano" con paso firme, sosteniendo con dificultad los tres voluminosos tomos que acababa de conseguir. Apenas se alejaron un poco, dejó caer los libros en los brazos de Lucas, quien los sostuvo sin problema mientras ella masajeaba sus muñecas adoloridas. Aun así, no lograba quitarse la molestia del guía espiritual Terra y la actitud molesta del hombre que los había atendido.

—Bru, es mejor que respires conmigo, vamos, respira conmigo hasta calmar tu enojo —pidió Crystal, la omega del grupo, conocida como la "Estrella Crepuscular" de su escuadrón. Crystal era la mediadora y pacificadora, encargada de mantener la armonía del equipo. Con su tono suave y su mirada atenta, intentaba tranquilizar a su amiga.

Bruna bufó, sin dejar de frotarse las muñecas.

—Estoy bien, no voy a explotar en ira, Crys.

Sabía que debía calmarse. Su Alfa, Elisey, seguramente habría sentido su malestar, y no quería distraerlo de sus ocupaciones. Pero Crystal insistía, con una determinación inquebrantable.

—Vamos, por favor, sigue el ejercicio conmigo, Bru. Te prometo que te sentirás mejor —suplicó la omega, manteniendo su tono sereno y persuasivo.

Con un gruñido, Bruna cedió y comenzó a seguir los ejercicios de respiración. Mientras lo hacía, sus dos Seelies, Flama y Marea, revoloteaban a su alrededor. Flama se acercaba a su cabeza, titilando como si quisiera avivar su ira, mientras que Marea intentaba calmarla, posándose suavemente para ofrecer un alivio fresco. A pesar de su resistencia inicial, poco a poco el ejercicio comenzó a surtir efecto.

—¿Mejor? —preguntó Lucas, observándola mientras sostenía los libros.

Bruna asintió, ligeramente ruborizada por la vergüenza y con un leve suspiro de alivio.

—Mejor. Gracias, Crys. —Luego miró a Lucas—. ¿Y tú, todo bien?

Lucas le devolvió la mirada con una leve sonrisa y respondió con formalidad:

—Por mi parte, no se preocupe, Luna. Aunque el Alfa... —hizo una pausa, con una expresión un tanto amarga—. Me acaba de comunicar que en una hora estará de regreso. Ha sentido tu molestia.

Bruna bajó la cabeza con frustración, mirando el cielo por un momento. No quería haber interrumpido a Elisey.

—Dile que estoy bien, que no hace falta.

—Lo intenté, Luna, pero ya sabe cómo es él. Muy protector con usted —respondió Lucas.

Crystal se acercó, con una sonrisa traviesa.

—Yo, en tu lugar, me iría pronto a casa, Bru.

Bruna la miró con curiosidad, sin entender del todo.

—¿Uh? Explícate.

—Creo que el Alfa querrá consolarte. No siempre puedes disfrutar de su atención; deberías aprovecharlo —sugirió Crystal con una chispa en los ojos.

Bruna la miró con una mezcla de resignación y diversión, asintiendo ligeramente.

—Sé a lo que te refieres, pero... Mi misión de hoy es leer estos tres libros. No tengo tiempo que perder —respondió con un tono decidido. Luego miró a su Seelie Marea—. Aqua, ¿puedes ayudarme a llegar antes y no perder tiempo?

«Sí, mi señora. ¿Solo a usted?», le respondió Aqua telepáticamente, acomodándose en su cabeza como una especie de gorro acuático.

Bruna se volvió hacia Lucas y Crystal, dándoles una despedida anticipada.

—Chicos, me voy a adelantar. ¿No les molestaría si los dejo aquí? Tomaré un atajo hasta mi torre.

Lucas, siempre fiel, negó con la cabeza.

Luna de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora