━ 63.❝Los siete abandonados❞

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Alexa, con la espalda apoyada en la pared del bote, se removió con incomodidad

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Alexa, con la espalda apoyada en la pared del bote, se removió con incomodidad. Su espalda, adolorida por la noche en la banca del parque, le recordaba la dureza de la vida. Soltó un bostezo, un sonido que resonó en el silencio del barco. Se frotó los ojos con cansancio, extendiendo su cuerpo como un gato que despierta del sueño. Abrió completamente los ojos y vio a Ben luchando con un cargador solar. Se acercó lentamente, sus pasos suaves como el susurro del viento, y se sentó a su lado.

── Buenos días, o son tardes... no importa. ── comentó Alexa, su voz aún ronca por el sueño.

── Creo que son buenos días, ¿dormiste bien? ── preguntó Ben, dejando a un lado el teléfono para mirar a la chica. Sus ojos, color café oscuro, reflejaban la preocupación de un amigo.

── Algo así. No fue cómodo, pero es mejor que dormir en una banca de una plaza. ── comentó Alexa, moviendo su cuello para aliviar el dolor.

── ¿Una banca de una plaza? ── inquirió Ben, soltando una risa que sonaba como un arroyo. ── Tú sí que estás llena de sorpresas, hermosa. ¿Qué fue lo que hiciste mientras yo no estaba?

── Hice cosas de las que no me arrepiento y otras de las que sí. ── le respondió Alexa, mirando el mar. Notó que Ben se mantenía en silencio y volteó para verlo. El castaño la miraba con una sonrisa que le hacía sentir mariposas en el estómago. Ella frunció el ceño, confundida. ── ¿Qué?

── Yo no dije nada. ── alzó las manos inocentemente.

── A veces el silencio puede decir más que las palabras. ── acotó Alexa, su voz llena de sabiduría.

── Eso fue muy profundo. ── opinó Ben, con una sonrisa que le llegaba a los ojos.

── A veces puedo ser profunda, cuando yo quiero. ── rió Alexa, y Ben soltó una risa que contagió su corazón.

── Es lindo tener un momento así, sin tener que correr ni nada de eso. Extrañaba pasar tiempo contigo. ── admitió Ben, y Lex sonrió, su sonrisa como un rayo de sol que iluminaba su rostro.

── No te pongas tan cursi. ── le dijo Alexa, su voz llena de cariño. ── Es tierno, pero siento que no es el momento.

── ¿Por qué no lo es?

── Porque cuando te pones cursi, esto va a otra cosa. Y ambos sabemos a lo que puede llevar. ── le advirtió la chica, su voz llena de la experiencia de alguien que ha vivido.

── Sí, pero te encanta y lo sabes. ── Ben se acercó a Alexa, sus ojos fijos en sus labios.

── Si sabes que todos están aquí presentes, ¿verdad? ── alzó una ceja Alexa, su voz llena de picardía.

Ben se encogió los hombros y tomó a Alexa por la cintura, acercándola a él. Alexa sonrió en medio del beso, sus brazos rodearon el cuello de Ben, intensificando el beso. Ben acarició la cintura de la castaña, sus dedos recorriendo su piel con la delicadeza de un artista. Ambos estaban disfrutando el beso con amor, sus lenguas danzando en un baile apasionado. El beso se intensificó, lleno de deseo y pasión.  Pero Ben escuchó la vibración de su celular, señalando que el cargador estaba funcionando. Se separó abruptamente de Alexa, haciendo que ella soltara un suspiro frustrado.

𝗗𝗔𝗥𝗞 𝗥𝗘𝗗 | 𝗕𝗘𝗡 𝗣𝗜𝗡𝗖𝗨𝗦 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora