Cambiando Mi Vida

Capítulo 25 "Palabras y Acciones Inesperadas"

Los chicos habían convencido a Sami a que les entregara la pistola el día anterior, le compraron un peluche de perry el ornitorrinco, una princesita Sofia y muchas gomitas.

Sami y Liam se llevarían demasiado bien.

Ése día iríamos a la playa, todos estaban arreglando sus cosas, o en el caso de mamá preparando la comida para comer allí.

Llevaba puesto un traje de baño azul y arriba de éste un short de mezclilla azul oscuro, una blusa sin mangas azul claro y unas sandalias beige.

Estaba en mi recámara preparando mi bolso, en él metí un cambio de ropa, unas Vans, bloqueador, lentes de sol, mi celular, mis auriculares, una manta para poner en la arena y mi cartera. Cuando ya tuve listo mi bolso fui con Sami para arreglar el suyo. En el bolso de Sami metí un cambio de ropa, una toalla, una manta, gomitas y unos lentes de corazón color rosita.

Con todo ya listo bajamos rumbo a la sala y casi todos estaban allí. Sólo faltaban Kendall y Rose.

— Si quieren ya suban a la camioneta. Yo espero a las chicas —propuso Thom con tono aburrido.

Salí y para mi sorpresa también irían los Delaney, Skylynn, la señora Tabatha y los padres de Sky.

— ¿Y cómo nos iremos chicos? —preguntó entusiasmada la señora Nidia, la mamá de Sky.

— ¿Chicos en una camioneta y adultos en otra? —cuestionó la señora Tabatha.

— Eso es genial, así nos iremos —dijo Tyler y todos asintieron.

— Sami, tú vienes con nosotros —dijo mamá y Sami hizo una mueca y pero subió a una Expedition gris.

— Acomódense ya, yo voy de conductor —nos avisó Will.

Así íbamos en la camioneta:

Will, Keegan, Tyler y Seth. (Era un asiento corrido)
Rose, Kendall, Zeke.
Kian, Keller, Brad y Alex.
Yo, Emma, Sky y Madi.

Durante el camino Emma, Sky y yo hablábamos sobre cualquier tema que se nos viniera a la mente. Kian, Keller, Alex y Brad volteban a querer hacernos la plática pero al instante Rose y Kendall les exigían toda su atención, Rose le exigía atención a Zeke y de vez en cuando a Brad o Keller. Kendall (quien más me sorprendió) le exigía toda su atención a Kian. Eso me daba mala espina. Kendall y yo apenas y nos decíamos Buena Noche o Que Descanses. Así de mal estaba nuestra relación.

En un momento determinado ambas camionetas pararon en una gasolinera. Casi todos bajaron excepto Kendall y yo. Digamos que teníamos un pequeño trauma con respecto a bajar en una gasolinera.

— Kendall yo... —no me dió tiempo de terminar la frase porque Kendall ya me había interrumpido.

— ¿Me aprecias Kellyanne? —me cuestionó seria. Yo frunci el ceño.

Claro que la aprecio. La adoro, la quiero, es mi melliza. Digo aunque se haya vuelto de lo más perra, sigue siendo mi hermana.

— Por supuesto —dije confundida por su pregunta.

— Entonces, aléjate de Kian —me dijo autoritariamente— Digamos que me gusta y no quiero que te acerques demasiado a él.

Tenemos un momento a solas, sin Rose ni Sami, ni Emma y ella sólo me pide que me mantenga alejada de Kian.

— Kendall, ¿Qué te hice para que te volvieras tan fría conmigo? —pregunté un poco dolida. Ella y yo solíamos ser inseparables y ahora... Bueno creo que ya no.