Capítulo 59 "Salvándolas"

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Sin pensar bien las cosas, empujé a Kian contra el lavatrastes, mientras él se quejaba por el golpe que al parecer lo había recibido en las partes íntimas.

— La pagarás Emmalise —dijo un tanto enojado y volteó.

— ¿Lo lamento? —pregunté inocentemente y él me miró con las cejas alzadas.

— Kell —se notaba concentrado en mi pero después logró ver a Emma— ¿Qué crees que haces? —le preguntó a su hermana la cual estaba yendo hacia la puerta.

Kian iba a ir por su hermana, pero entonces no saldríamos después, así que sólo había dos opciones:

Correr y que Kian nos alcanzara en las escaleras ó detener a Kian.

Ambas ideas eran una locura completamente pero elegí la dos.

Antes de que Kian corriera hacia su hermana, me paré de puntas, puse mis manos a cada lado de su cara y lo besé.

Hace tanto que no lo besaba...

Él me miró sorprendido, pero me siguió el beso y cerró sus ojos, tomando mi cintura con sus manos.

Separé una de mis manos de su mejilla y le hice señas a Emma para que saliera. Escuché que cerraron la puerta y Kian iba a moverse pero enredé mis brazos alrededor de su cuello y lo atraje más a mi. Kian me abrazó, apretándome más a él, bajó sus manos hasta mis piernas y me levantó.

Enredé mis piernas en su cintura, él dio la vuelta y me puso entre la pared de la cocina y su cuerpo. Comenzó a besarme con más fiereza, con más intensidad y yo le respondía el beso de igual forma.

Se escuchó un golpe seco y dejamos de besarnos, Kian me bajó y caminó hasta la puerta de la cocina, cuando abrió la puerta se oyó otro golpe y Kian empezó a reír a carcajadas.

Confundida, me acerqué hasta la puerta y observé de lo que Kian reía; Tyler y Seth estaban arrastrándose como gusanos por el piso mientras el pequeño Allen los miraba.

Kian tomó mi mano y volvió a entrar a la cocina. Se sentó en una silla, me puso frente a él pero entre sus piernas y me miró seriamente.

— Tendrás que prepararnos algo de comer, a todos —dijo y yo hice una mueca.

— Mira, éste será el trato; Pedirán comida del lugar que les apetezca y dejaran de molestarnos —dije sonriendo y él rió irónicamente.

— No, queremos algo rico —dijo y miró mis labios, para molestarlo mordí mi labio inferior— Kell, no hagas eso —dijo Kian con voz ronca.

— ¿Entonces pedirán comida rápida? —dije acercándome a su rostro.

— No —contestó Kian sin dejar de mirar mis labios.

¿Por qué nunca me dejaran las cosas sencillas?

Uní rápidamente mis labios con lo suyos y tomé su cara entre mis manos. Me agaché hasta quedar a su altura y él tomó mi cintura.

Kian hizo que me sentara en él a horcajadas y me apretó más contra su pecho, enrede mis dedos en su cabello y mordí su labio inferior, haciéndolo gemir. Se alejó de mí y me comenzó a dar besos por toda la cara, haciéndome reír y lo abracé con mucha fuerza.

— ¿Pedirán comida rápida? —pregunté de nuevo y él gruñó en mi oído.

— Bien —accedió y mordió suavemente el lóbulo de mi oído, haciéndome cosquillas en dicha zona.

Busqué su cara de nuevo y le dí un beso rápido y él me sonrió. Me dió otro beso y comenzó a besar mi cuello lentamente, después comenzó a morder y succionar mi cuello, acaricié su cuello y su cabeza y cuando acabó su trabajo, levantó el rostro y volvió a besarme, mordiendo suave y rítmicamente mi labio inferior.

— Debo volver con mis amigas, Kian —dije y él asintió frustrado.

Nos levantamos, salimos de la cocina y me acompañó hasta la recámara de Emma. Y antes de que tocara volvió a besarme, mordió mi labio y abrí la boca, dándole paso a su lengua la cual jugaba con la mía. Me separé de él, y caminó hasta las escaleras.

Entonces recordé que tenía que hacer algo.

— Kian —lo llamé y él volteó a verme— ¿Podrías desatar a tus hermanos? —pedí y él asintió divertido.

Bajó las escaleras y desapareció de mi vista. Toqué la puerta y enseguida Emma abrió.

— ¿Acaso tuvieron sexo salvaje? —me preguntó una vez que entré y cerró la puerta con seguro.

— Deberías de agradecer que te salvé —contesté y todas me miraron divertidas.

Ahora que lo pienso Jamie ya no estaba en la habitación.

— Yo sé que te gustó —dijo Daine moviendo sus cejas de arriba a abajo.

Todas reímos y para aligerar un poco el ambiente, cambié de tema y comencé a hablar de los celos que había tenido Tyler al ver a Courtney sobre Seth y ella se sonrojó demasiado.

En la noche nos sentamos en la sala a ver una película de terror, Seth nos acompañaba, mientras Kian y Tyler estaban en algún lugar.

Cuando la película terminó, recogimos todo y nos dirigimos a la habitación de Emma, excepto Seth quien se había ido directo a su habitación. Ya casi íbamos a llegar a la puerta de la habitación cuando de pronto ésta se cerró y nos hizo pegar un pequeño grito.

Emma trató de abrirla con la ayuda de Adison, pero nada resultaba, eran las 2:10 de la madrugada por lo que no podíamos pedirle ayuda a la señora Danne o a la Nana.

— Iré por Tyler —avisó Emma, caminando hasta la penúltima puerta del pasillo.

Pasaron más o menos dos minutos y Emma salió agarrando del cuello de la camiseta a Tyler quien estaba aún medio dormido.

— Tyler, ¿nos abrirás? —preguntó Daine después de un rato en el que Tyler se dedicó a ver la puerta.

— No tengo la mínima idea de cómo, pero Emma aún así me trajo —respondió sentándose en el suelo. Emma soltó un bufido— Pero Kian sí sabe.

Y al decir eso todas me voltearon a ver.

— Oh no, no no no no —negué rápidamente y ellas me miraron fijamente haciendo pucheros— Son unas perras —dije y todas sonrieron mientras Tyler se carcajeaba.

— La última puerta del pasillo —avisó Emma y caminé hasta ella.

Y así pasó nuestra noche de chicas...

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