Desperté gracias a la alarma que había en la mesa de noche, ví que eran las 5:50 a.m. así que me levanté y me comencé a vestir, ya me ahorraba la ducha en la mañana ya que me bañaba en las noches. Me vestí con un short rosa, un top beige sin mangas (o bueno si con mangas pero no largas) y me puse unos flats rosas.
Fui hacia el espejo para peinarme y cuando ví mi reflejo ni yo me creía lo que veía.
Mi cara era un asco total, tenía ojeras, mi cabello parecía nido de aves, mi piel estaba más pálida de lo normal.
Eso me pasaba por no dormir bien. Mataría a Kendall, por ella estaba así.
Me puse base en todo mi rostro porque en verdad lo necesitaba, puse corrector bajo mis ojos, me enchiné las pestañas, puse rímel, me delineé los ojos y por último cepillé mi cabello y amarrándolo en una coleta.
Por fin lista salí de mi habitación y fui hacia la cocina. Tomé una manzana y fui hacia la sala donde me encontré con Keller, Alex, papá, Madi y Gisselle.
Me puse a hablar con Keller durante unos 15 minutos hasta que llegaron los Delaney y bajaron Keegan y Brad.
Creía que sería genial arruinarle todo a Kendall y hacer que Kian le pidiera disculpas a Kellyanne, hasta yo sabía que el día anterior había tenido un polvo con Lisa Summer.
— ¿No bajaran las mellizas? —preguntó la señora Tabatha.
Kian apretó la mandíbula y Brad igual. Ambos estaban enojados con una de las mellizas y yo podía hacer que se enojaran con una sola.
— Deben estar arreglándose —contestó Gisselle.
— Yo puedo ir por ellas si así lo deseas —dije amablemente a lo que Gisselle me dedicó una sonrisa de agradecimiento y asintió.
Fui hacia las escaleras, ganándome las miradas de odio por parte de Brad y Madi.
A la mitad de la escalera Brad me detuvo y me volteó.
— ¿Qué es lo que pretendes Rosemarie? —dijo molesto
— Sólo que la verdad salga a la luz —dije segura a lo que Brad me dió una mirada de No te creo— Sólo no dejes que Kian se vaya. Bajaré primero a Kendall y después a Kellyanne, así se dará cuenta de que cometió un error con ella. Porque lo creas o no, extraño que Kellyanne sonría, ella era la que me demostraba que podías estar en tus días y aún así sonreír.
— Sabía que estabas cambiando. Y con lo de tu plan estoy de acuerdo —dijo dándome un abrazo.
Nos separamos y yo seguí mi camino, llegué hasta donde estaban los cuartos de Madeline, Keegan, Kendall y el de mi padre y Gisselle.
Toqué la puerta de Kendall y salió inmediatamente, ya estaba lista, llevaba un vestido floreado con unos tacones como de 10 cm. Y su cabello iba suelto.
— ¿Dónde está tu vestido, Rosemarie? —dijo viéndome de arriba a abajo.
— No usaré vestido hoy —dije con simpleza dando media vuelta— Todos te esperan para irnos al aeropuerto.
Salí de la sección de esas habitaciones con Kendall pisándome los talones.
— Ve hacia la sala, todos están allí —dije y me dirigí a la sección donde estaban las recámaras de Sami, Keller, Kellyanne y Will.
Llegué hasta la puerta de Kellyanne y atrás de mi la puerta se abrió y salió Sami con un pantalón pegado con diseño de cebra, unas sandalias blancas y una blusa blanca de manga corta con el dibujo de un helado apuntándole con una pistola a otro.
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Cambiando Mi Vida
Lãng mạnHey, mi nombre es Kellyanne Denovan, antes conocida como June Muller. Mi vida era muy normal en cuanto a fiestas, estudios, familia, en resumen, todo. Tengo una hermana y éramos inseparables, de hecho juraba que jamás me separaría de ella. Pero eso...