Cambiando Mi Vida

Capítulo 39 "La mansión embrujada"

Al llegar nuestro turno me comencé a sentir realmente nerviosa, no por el miedo que tenía, sino porque Tyler y Serena iban delante mío, y por aquella razón Kian estaba a mi lado.

Por más que quería que me dejara sola, una parte de mi (la que tiene miedo) me decía que lo quería cerca.

Nos pasaron en grupos de 30 personas y la gran mayoría eran chicas.

Al entrar las luces se apagaron y algo apareció ante nosotros. Ahogué un grito y Kian se puso frente a mi.

— Sólo es una atracción Kellyanne —dijo desinteresado.

— Jamás dije lo contrario —contesté desafiante.

Seguimos avanzando y Kian me apresuraba diciendo que ya se quería ir, a lo que le contestaba que nadie le estaba pidiendo que me cuidara o algo parecido y él sólo soltaba un bufido y volvía a apresurarme.

En la mitad del recorrido había una habitación con luz y con puertas cerradas alrededor que van a la salida, en la cual todos entraban, encontré a Serena y Tyler, así que me acerqué rápidamente a ellos.

Serena estaba pálida, más de lo común y Tyler estaba riéndose.

— ¿Serena estás bien? —dije acercándome a ella.

— Creo que ya fue suficiente de ésto. Me quiero ir —comenzó a caminar pero Tyler la detuvo.

— La única manera de salir de aquí es seguir con el recorrido. De otra forma no podrás, así que espera a que abran la puerta.

— Bien —murmuró con los ojos muy abiertos.

Se comenzaron a escuchar ruidos como el que usan en la torre que te baja sin esperarlo sólo con ese aviso.

— Chicos y chicas. Bienvenidos a la mansión del terror. A su alrededor tienen 3 puertas, la cuarta es de la que vienen así que si van por esa no podrán salir en un buen rato. Existe una puerta que va directo a la salida sin ningún riesgo de susto, hay otra que les llevará a través de un laberinto y con varios sustos, y por último hay otra puerta en la cual si sufre de algún problema cardíaco es mejor que llame a una ambulancia ahora, ya que esa es la peor de todas, y nadie sabe que hay ahí —dijo un hombre de voz maléfica a través de los altavoces y comenzó a reír como maniático.

—Vamos por la directa, por favor —dijo Serena suplicante.

Kian y Tyler se miraron con el ceño fruncido.

—¿Qué pasa? —dije desconfiada— Sólo vámonos por la puerta que lleva directo a la salida.

— Ese es el problema... —dijo Tyler.

— ...Nunca sabes por donde es. Siempre está cambiando —terminó Kian.

Ambas nos miramos desconfiadas y asentimos.

Se abrieron las tres puertas y las personas desconfiadas comenzaron a entrar por los diferentes pasillos.

— Vamos —ordenó Tyler tomando de la mano a mi hermana.

Kian y yo seguimos sus pasos y entramos a un pasillo totalmente oscuro.

Nuestro grupo era de 10 personas en total, yo pienso que era mitad y mitad. Tyler y Serena eran los número 6 y 7, por lo tanto Kian y yo íbamos penúltimos.

Cada que pasaba algo todas las chicas ( incluyéndome) gritaban y a veces uno que otro chico, pero no oí gritar a Tyler ni a Kian, quien por cierto ya se veía desesperado por estar allí.

Caminamos un poco más y en seguida supe que puerta habíamos escogido.

— El laberinto —dijo Serena frustrada.