Capítulo 32 "Decisiones"

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POV KIAN

— Espero que tengan un buen viaje —dijo Kelly corriendo hasta la puerta.

¿Quién era ese tipo? Kelly se puso realmente mal cuando empezaron a discutir.

Pero en ese momento eso es lo que menos ganaba mi atención. Lo que me tenía totalmente sorprendido era el cabello de Kendall. Ahora era rubia ¿Por qué se  había teñido el cabello? ¿No le gustaba el castaño? ¿Quería parecerse a Kelly? ¿Habrá apos... ¡¿Parecerse a Kelly?!

— ¡Soy un imbécil! —me reclamé a mi mismo, al tiempo que todos me volteaban a ver confundidos.

Sin darle importancia a cómo me veían, salí de Burger en busca de Kell, tenía que encontrarla antes de que saliera el vuelo.

Busqué en cada uno de los locales y cuando estaba a punto de rendirme, ví una cabellera rubia en un pequeño jardín fuera del aeropuerto. Caminé apresuradamente hasta la pequeña rubia a la que le reclamé algo que no debía.

Al llegar al jardín, Kelly se encontraba de espalda a mi. Me senté a su lado y ella me miró de reojo.

— ¿Necesitas algo? —preguntó sin verme.

— Sí, me quería disculpar contigo, por haber sido un imbécil —dije bajando la mirada.

— No tienes que disculparte por ser un imbécil. Eso es de nacimiento —dijo divertida a lo que yo la miré mal.

— No debí reaccionar de la manera en que lo hice. Creo que tenía celos de que estuvieras besando a alguien que no fuera yo —dije sincero— Si te soy honesto, desde hace tres años no me ha interesado ninguna chica y supongo que tengo miedo a que una me lastime, porque soy un mujeriego y una regla importante es no enamorarse, no te estoy diciendo que me enamoré de ti ya que no es verdad. Me atraes pero no estoy enamorado, el amor no se da en unas cuantas semanas, sin embargo, tú has sido la única capaz de llegar a más de una atracción sexual. A lo que quiero llegar es que me gustas demasiado y quiero saber si me puedes perdonar por todo lo que dije. Porque no te quiero perder, eres una de mis más grandes prioridades —terminé mi discurso y ella me miraba atentamente.

— Kian, me pides perdón aún cuando te acostaste con Lisa. ¿Es que acaso me crees lo bastante estúpida como para creer en tus palabras? —me preguntó con voz dolida.

— Prometo que fue un impulso del que me arrepentí desde que Lisa salió de mi casa —dije esperanzado a que ella me creyera.

— Prometiste que no me lastimarías. Que siempre estarías conmigo. Rompiste tus promesas que me hiciste un día. No puedo volver a confiar en tus promesas hasta que aprendas a cumplirlas —dijo con voz rota.

Ella tenía razón. Yo la había defraudado. Había faltado a mis promesas que le hice en la Guerra de Agua. ¿Cómo pedía que me creyera, cuando yo mismo había desaparecido la confianza que ella tenía en mi?

— ¿Por lo menos podemos seguir comunicándonos? —pregunté aguantando las ganas de llorar.

Ella suspiró y volteó a verme, sus ojos azules estaban llenos de tristeza que juro que fue como si me hubieran apuñalado en el estómago.

— No estoy preparada para verte en un buen tiempo. Sé que te acostaste con Lisa por despecho. Pero también sé que tenías una apuesta que constaba en enamorar a Kendall —dijo cerrando sus ojos con fuerza— Lo mejor es que hasta que tenga el suficiente valor para verte de nuevo sin sentirme herida, no mantengamos ningún tipo de comunicación, y hasta que yo no esté preparada, no insistas en hablar conmigo ni nada por el estilo. Quiero aclarar mi cabeza, y para eso necesito que te encuentres lejos de mi —se levantó y se dirigió al interior del aeropuerto, antes de abrir la puerta se dió media vuelta— A mi también me gustas mucho y no creo que lo dejes de hacer, pero necesito estar lejos de ti para pensar. Que tengas buen viaje.

Al decir ésto volvió a entrar y yo me quedé por unos minutos más antes de ir a abordar.

Cuando abordamos, me tocó ir con Keller. Él se durmió así que yo me puse a pensar en lo que Kelly había dicho.

Yo le gustaba mucho pero necesitaba estar lejos de mi. ¿Acaso la lastimaba?

Perdí lo único bueno que había tenido desde que llegué pero ahora no tengo a nadie.

Me empezó a ganar el sueño así que me acomodé y antes de caer doemido pienso la verdad absoluta de todo éste problema.

Me gustaba Kellyanne y por ella, era capaz de cambiar todo lo que era para que pudiera ser feliz a mi lado, sin chismes, chicas, celos, inseguridades, o cualquier otro tipo de obstáculo nos detuviera para tener una buena relación. Tenía que pensar en cómo recuperarla y ser feliz con ella.

POV KELLYANNE

Una hora desde que mis hermanos y los Delaney se fueron rumbo a Nueva York y yo seguía pensando en lo que le dije a Kian.

Me sentía mal por haberme alejado de él pero lo que hizo me decepcionó. Creí que el me entendería y escucharía siempre pero no fue así, a él sólo le importaban las apariencias y hasta que yo me sintiera preparada para verlo de nuevo, no tendría ningún tipo de contacto con él.

Brad, Madi y yo estábamos viendo un maratón de Once Upon a Time en casa ya que Thom y mamá fueron a sus empresas porque mañana comenzaban a trabajar de nuevo. Sami estaba durmiendo, Zeke llevó a Kendall y a Rose de compras, aunque Kendall sacó a Rose prácticamente arrastrándola.

El lunes empezábamos un nuevo año escolar en el instituto de St. Gillington. Según Brad la primera semana nos darían los horarios, nos dirían el material que necesitábamos para todo el semestre, nos dirían en que salones estaremos, nos asignarían los casilleros y nos presentarían a nuestros profesores. La segunda semana nos darán una charla motivacional, los profesores se presentaran y nos darán los uniformes (Si señores aquí se usan uniformes) y nos asignaran un maestro tutor.

Así que sólo teníamos un día antes de entrar al instituto y haríamos lo necesario para disfrutar nuestro último día de vacaciones.

Teníamos un itinerario que iba así:

10:00 a.m. a 11:20 a.m. desayunar.

11:20 a.m. a 2:00 p.m. ir a la feria.

2:00 p.m. a 5:00 p.m. ir al centro de la ciudad.

5:00 p.m. a 8:00 p.m. ir al cine.

8:00 p.m. a 8:30 p.m. cenar.

8:30 p.m. a 9:30 p.m. preparar nuestras cosas para el día siguiente.

9:30 p.m. a 6:30 a.m. dormir.

Y así estaba organizado nuestro día domingo.
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Al día siguiente el itinerario se cumplió al pie de la letra.

Lisa nos acompañó por un tiempo. Ella en realidad no era tan perra como pensaba es muy linda pero lo fresa no se le quita, pero aún así era agradable.

El lunes sería día de escuela, y si no lo recuerdan sería escuela nueva, nuevos profesores, pero lo mejor es que mi mamá y Thom lograron que Brad y yo estuviéramos en el mismo salón en casi todas las clases.

Esperaba que todo saliera bien y no tener que irme del instituto como el pasado.

Cambiando Mi VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora