cincuenta y cinco || preparados

17.6K 1.5K 157
                                    

—Damas y caballeros, y Jo, ¿estáis preparados para arrasar con todo lo que se nos ponga por delante? —gritó una voz, que me alegró escuchar, mientras se abría de golpe la puerta del apartamento de Zayn. Hayley cruzó el umbral de la puerta vestida con pantalones pitillo negros, sus típicas botas y una chupa de cuero. Se había recogido el pelo y se había puesto un poco de maquillaje. Tenía mejor aspecto que la última vez. Aunque su aura continuaba preocupándome. Oscilaba entre tonos dorados, marrones y amarillos.

—Eres tan mala con Jo —se rió Autumn—. Por eso eres la que mejor me cae.

Hayley sonrió ampliamente, tomando asiento al lado de Autumn. En la otra esquina de la habitación, Jo estaba que echaba humos. Hayley aprovechó para colocar sus brazos alrededor de Autumn.

—Ahí le has dado, chica. Haz, ¿cuándo nos ponemos en marcha?

Revisé mi reloj. Estábamos todos.

—Cuando hayáis asentado la cabeza —musité. Me crucé con la mirada de Autumn durante un par de segundos pero ella acabó desviándola. Tenía buen aspecto: leggings negros, botas militares, el pelo liso recogido en una coleta alta. Todas las chicas parecían las típicas malotas de una película de acción. Al menos sus atuendos eran prácticos.

Todos nos miramos. Después le di mi asentimiento a Zayn y éste dejó caer un macuto lleno de armas sobre la mesa de café. Zayn y yo cogimos las que eran nuestras. Habíamos decidido que sería buena idea si poníamos todo lo que teníamos para poder distribuirlo y así asegurarnos de que nadie se quedaba sin arma.

Había algunas extras por si acaso. Le pasé a Autumn la pistola con la que había estado practicando y un par de cuchillos que eran bastante ligeros para poder lanzarlos con soltura. También le mostré dónde podría guardárselos para poder sacarlos con rapidez.

Vi a Hayley atarse un cuchillo debajo de la chupa desgastada, para así poder moverse con facilidad. Comenzó a practicar girando repetidas veces el cuchillo con la mano. Se escondió otro en el calcetín, en la parte superior de la bota, y un tercero en la parte interna del muslo. A saber cuántos más tendría escondidos, pues nunca salía sin unos cuantos.

Me coloqué la pistola en el cinturón del pantalón, y una navaja con mis iniciales gravadas en el bolsillo trasero. Jo se metió una bobina de alambre de cobre en el bolsillo, y Zayn se cogió un puñado de armas para él solo.

Y ya estábamos preparados.

••

Nos fuimos en varios coches. Autumn y yo en el mío; Hayley, Max y Brock en el de ella; Zayn y Jo, Louis y Tyson en sus respectivos.

Autumn permanecía callada en el trayecto.

—Hey —dije, cuando quedaba la mitad para llegar.

—Va a pasar algo malo —susurró—. Te va a pasar algo a ti.

—No, no, amor. Voy a estar bien, al igual que tú y Hayley. Vas a tener que confiar en mí, cariño, ¿vale? —le prometí.

—Harry, tengo un mal presentimiento —dijo. Estaba aterrorizada.

—¿Hay algo que yo pueda hacer? —pregunté. Me sorprendí cuando me agarró la mano y me la apretó con fuerzas. Después, se la llevó a la altura de sus labios—. Te quiero —le dije.

Ella asintió. Era capaz de sentir los latidos de su corazón en mi mano.

—Sé que me quieres. Yo también te quiero —contestó—. Nunca he dejado de quererte.

—No sigas, estás haciendo de esto una despedida. Y no es un adiós —le aseguré. Ella volvió a asentir, pero no se relajó ni me soltó la mano.

Wicked |h.s| ESPAÑOLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora