cincuenta y nueve || muerte

15.3K 1.4K 153
                                    

El corazón me latía descontroladamente. No podía pensar en nada, salvo en que me iban a alejar de Autumn.

—Ahora, por favor, caballeros. No vamos a torturar a nadie... aún —murmuró Liam con suavidad.

Sentí el miedo de Autumn entremezclarse con mis pulsaciones y, aunque la voz de Liam no me proporcionaba ningún color, lo único que apreciaba eran diversas gamas de púrpura. El miedo se había apropiado de mí.

Intenté zafarme del Breesaem que me sujetaba, pero eso aumentó mi dolor de cabeza. Mi aura se iba apagando. Vi cómo empujaron a Autumn hacia el otro lado de la habitación, pero ella comenzó a darles patadas. Y yo volví a intentar liberarme, al igual que Hayley y Zayn... pero fue en vano; Liam no hacía más que reírse al vernos luchar.

—Te conozco demasiado bien como para saber que acabarás escapándote. ¿O eso lo hacías antes? —Habló, y después clavó su mirada en Autumn—. ¿Te acuerdas de cuando te caíste del tejado?

—Querrás decir de cuando tú me empujaste —gruñó Autumn.

—¡Veo que te acuerdas! —gritó eufóricamente Liam—. Y, sí. ¿Sabes una cosa? Tal caída podría haberte matado. Y al parecer llevaste muy bien la recuperación de Harry. Siempre he sabido que eras fuerte, especialmente vosotros dos juntos.

—¿Entonces por qué no te haces con ambos? ¿O sólo conmigo? —gruñí, sintiendo cómo el sudor descendía por mi cuello y la sangre me hervía. Estaba hecho un completo desastre.

Liam se rió.

—Oh, por favor, no te halagues, Harry. A estas alturas sé muy bien lo que podéis hacer como pareja. Créeme. Ahora quiero veros cada uno por vuestra cuenta, y la verdad es que ya he visto demasiado de ti, ¿verdad? —dijo, refiriéndose a nuestros encuentros.

—No te he proporcionado nada que tú no supieras —espeté.

—Que luego resultó ser todo.

—No podrías haberla matado. Ese no es el orden —musité.

—Bueno, eso no importa. Louis debería haber sido el siguiente pero como se ofreció a ayudarme preferí acabar con el orden. Ahora es una trola —sonrió.

Le había puesto fin, porque sabía cómo hacerlo.

—Ahora, venga, cariño. Tenemos negocios que resolver —dijo, girándose en dirección a Autumn. Retomó la marcha, pero antes echó una mirada por encima de su hombro—. Le desearé un feliz cumpleaños de tu parte.

Autumn me miró y en sus ojos vi lágrimas de impotencia. Pero yo era el único que sabía lo asustada que ella estaba. Apenas pude escucharla pronunciar mi nombre. Y sabía que nadie más podía haberlo escuchado. Aunque su voz consiguió destrozar todos mis pensamientos y mis Realidades.

—¡¡No me separaré de ti!! —exclamé, intentando liberarme—. ¡¡Maldita sea!! ¡¡Te encontraré, Autumn!! —grité. Liam se rió y Autumn lloriqueó, a medida que abrían la puerta del pasillo.

Después, él y los tres Breesaem desaparecieron.

••

Grité. Les grité a mis amigos y a los Breesaem que intentaban llevarnos escaleras abajo, pero pronto se dieron cuenta de que no nos iríamos a ningún lado. Intenté dar con todas las puertas, rompiendo todo lo que se cruzaba en mi camino y quemando las cosas... aunque no servía de nada. Incluso llegaría a quemar todo el maldito edificio con tal de encontrarla.

—Mira otra vez en los conductos de ventilación —le grité a Jo. Nadie se movió—. LOS CONDUCTOS DE VENTILACIÓN, LAS PUERTAS, LAS OFICINAS Y LAS ESTANTERÍAS. NO ME VOY A MARCHAR SIN ELLA —gruñí enfurecido, asustando a varias personas.

Hayley fue la única que dio un paso al frente. Colocó su mano sobre mi hombro, y con tan sólo una mirada me confirmó su ayuda. Pusimos patas arriba algunas de las oficinas, mientras escuchaba voces en mi cabeza que me decían que no valía la pena seguir buscando y que lo mejor era rendirse. Pero no podía hacerlo. No podía dejar que Autumn se quedara con él.

Tenía la garganta en carne viva de tanto gritar. Todas las cosas habían perdido su particular color. Nuestras auras estaban a punto de desaparecer. Lo único que mis sentidos eran capaces de percibir era sangre, sudor y lágrimas. Quería ponerle fin a mi vida. Pero no podía morirme. Si moría, también moriría Autumn. Prácticamente todos los que estábamos aquí.

Jamás había sentido tanto dolor como en estos últimos minutos. El corazón nunca me había latido tan lento, ni había tenido tanto dolor de cabeza. Ya podía sentirme más débil al no estar junto a ella.

Hayley y yo intentamos abrir un montón de veces la maldita puerta, hasta que regresamos al pasillo en el que habíamos encontrado el libro, dónde estaba la oficina de Liam, dónde se había llevado a Autumn.

Casi se me paró el corazón cuando se abrió la puerta. Me temblaban las manos y no sabía si era a causa de la rabia, el miedo, la tristeza o el cansancio; apenas pude girar el pomo.

Pero no había nadie. Se habían ido.

| Soy una terrible persona por tardar tanto en actualizar :(, pero tengo cosas que hacer en mi vida y ya sabéis que esto lo hago porque me gusta. No me dedico 100% a esto.

De todas formas, espero que hayáis disfrutado del capítulo que aunque haya sido corto es bastante intenso, pues ya se desvela más o menos cómo acabará Wicked. Y, para los que me lo preguntáis... No, no voy a traducir la secuela y ANTES DE QUE ME JUZGUÉIS, os aviso que cuando publique el último capítulo y la nota de la autora, yo también subiré una nota explicando mis razones. Y espero que lo entendáis. 

Recordad que sólo queda un capítulo. Así que os doy las gracias por todo lo que habéis hecho por mí y por Wicked. 

Todos los créditos para WhoaLarry, autora de la historia. |


Wicked |h.s| ESPAÑOLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora