—¡Autumn!
Abrí los ojos de golpe al escuchar la voz de mi padre. No pude evitar dejar escapar un gemido de dolor al levantarme de la cama. El extraño nombre todavía continuaba rondando por mi cabeza. Erktanis, Erktanis, Erktanis.
—¿Sí? —dije en voz alta a medida que bajaba las escaleras. Con cada escalón, el dolor aumentaba, pero no quería que supiera que algo no iba bien. Había pensado incluso en ocultar la marca, pero después caí en la cuenta de que él no podía verla.
Me echó un vistazo antes de abrazarme. Intenté alejarme un poco de él ya que su fuerte agarre no me estaba ayudando.
—¿Qué tal el instituto?
—Muy bien —mentí.
—¿Te sientes bien?
—Estupendamente —volví a mentirle.
—¿Tienes algún plan para mañana por la noche?
—¿Por qué?
Se encogió de hombros.
—Estaba pensando en que deberías quedarte en casa. Han dicho que hará mucho frío —dijo. Había una orden tácita en sus palabras, una advertencia en su tono. Últimamente mi padre se comportaba como un verdadero capullo. Me ocultaba cosas y desaparecía durante largos períodos de tiempo, y lo único que yo recibía a cambio era una simple llamada telefónica. Y ahora me decía esas cosas como si siempre hubiese sido el padre perfecto. Cuánto deseaba que pudiera entender que ya no era una niña de cinco años, que se diera cuenta de las cosas. Siempre hacía lo que él me pedía y prestaba atención en clase.
—Iba a ir a una fiesta —fruncí el ceño, cruzándome de brazos. Espera, ¿iba?—. No es el exterior. —Probablemente, porque no tenía ni idea.
—¿Con quién? —imitó mi ceño fruncido. Sus ojos descendieron a mi brazo—. ¿Qué es eso? —Permanecí inmóvil a medida que me agarraba de la muñeca y la hacía girar para poder ver mejor lo que había. Sus ojos viajaban de la marca a mis ojos, respectivamente.
—Shay e-estuvo dibujándome un par de cosas —musité, confundida y asustada. Aunque no se lo tragó. Podía verlo en su mirada. Me aclaré la garganta—: ¿Qué hay para cenar?
Mi padre me lanzó una extraña mirada, como si estuviese preocupado.
—Lo que tú quieras —dijo—. Estaré en el estudio. —Siempre estaba en el estudio. Casi nunca salía.
Suspiré a medida que sus labios depositaban un cálido beso en mi frente. Su actitud me cabreaba. Y estaba totalmente convencida de que un día de estos acabaría largándome de casa para no volver más. Porque, sí, lo quería, pero también me volvía loca.
Pedí una pizza para cenar, y mientras me la comía iba revisando el tiempo que haría mañana. Al parecer iba a ser el día más caluroso de toda la semana. Entonces, ¿por qué mi padre no quería que saliera? Necesitaba encontrar una solución. ¿Dónde se busca hoy en día toda la información?
Google.
Escribí la fecha de mañana en la barra del navegador, pero nada parecía diferente.
Volví a buscar, pero está vez escribiendo "Erktanis". Me sorprendí ante la abundante información que había salido en la pantalla.
Pinché en la primera página. Un sitio de investigación paranormal. Ya había entrado en esta página con Niall, cuando ambos quisimos investigar sobre Pie Grande. Mis ojos no se despegaron del artículo, leyéndolo de forma rápida al principio. Después, volví a leerlo más despacio, prestando más atención a lo que decía.
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Wicked |h.s| ESPAÑOL
Fanfiction❝Resulta increíblemente cálido al tacto, como si las yemas de sus dedos fueran a quemarme la piel❞ © 2014 All Rights Reserved - arctxhsx por la traducción / mary (WhoaLarry) por la autoría de la historia.