Al principio era algo extraño, cuando me dijo que “pensara caliente” y que creyera que la nieve sobre la que iba a sentarme no estaría fría. Pero no lo estaba, no estaba fría. El resplandor rojo alrededor de mi cuerpo ya se encargaba de eso. Me senté en el suelo y le di instrucciones a Harry para que disparar hacia el blanco que había pegado a la valla.
—Apunta al amarillo —le dije. Y así hizo. La flecha golpeó la parte superior de la izquierda—. Bien —comenté.
Harry me enseñó su dedo corazón.
—Estoy intentándolo.
—Apunta a la esquina inferior de la izquierda —sonreí.
Puso los ojos en blanco y alzó de nuevo mi arco, dejando que la flecha azul saliera disparada de la cuerda. Esta vez, golpeó en lo negro. Harry se dio la vuelta y me sonrió ampliamente. Comencé a reírme y a aplaudir, diciéndole que continuara así.
Después de casi una hora ya sabía dónde apuntar y qué ojo cerrar. Podría llegar a ser muy, muy bueno. Con algo de práctica. Y, por supuesto, mi orientación.
Todo este tiempo había estado embobada mirando cómo sus bíceps se tensaban cuando alzaba mi arco, cómo sus hoyuelos se intensificaban al sonreír orgulloso debido a su tiro, sus amplios hombros al hacer aquellos movimientos, y cómo el viento elevaba a malas penas su camiseta durante unos segundos.
Y eso no estaba bien. Porque, tal vez podía confiar en él, pero no podía gustarme.
Regresamos al interior de la casa. Todavía seguía desconcertada al darme cuenta de que no tenía frío.
—Es divertido ver cómo funciona todo esto, ¿mm? —sonrió Harry.
Asentí, dejando las muletas cubiertas de escarcha junto a la puerta de mi habitación.
—¿Quieres cen... olvídalo. Supongo que yo tampoco —musité. Sus labios me regalaron una amable sonrisa. Me dejé caer sobre la silla de mi escritorio, mirando fijamente la lista de nombres que había hecho Harry.
De repente sentí una mano en mi espalda.
—Ese sueño que tuviste, cuando Liam entró aquí, ¿te acuerdas? —dijo. Asentí—. No... No era ningún sueño. Era... como un flashback, desde un punto de vista diferente.
—¿Qué? —sentí mi cuerpo congelarse.
—Liam vino aquí, ese día que estábamos fuera. Lo más seguro es que estuviese buscando pruebas sobre si sabías o no lo que eras en realidad.
—¿Qué?
—Verás, los Breesaem no pueden entrar en tu casa, si estás dentro. A menos que los quieras allí, invitándolos. Lo mismo ocurre con nosotros. Que, por cierto, por eso sabía que aún me querías a tu lado. Eso, y por tu aura. Volviendo al tema... cuando estabas fuera vino, husmeó y se largó.
—¿Por qué estaba sangrando?
—Porque le habían pegado —contestó Harry. Rodé los ojos y enarqué una ceja en su dirección—. Zayn le dio una paliza.
—¿Por qué?
—Porque es un capullo y Zayn tuvo la oportunidad de pegarle.
—Oh.
—Sí.
Por un momento nos mantuvimos en silencio.
—¿Esta noche te vas a quedar?
—¿Quieres que me quede?
—Un poco.
—Me quedaré.
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Wicked |h.s| ESPAÑOL
Fanfiction❝Resulta increíblemente cálido al tacto, como si las yemas de sus dedos fueran a quemarme la piel❞ © 2014 All Rights Reserved - arctxhsx por la traducción / mary (WhoaLarry) por la autoría de la historia.