siete || disparar

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| Capítulo largo x'). Y muchísimas gracias por esas +5k leídas |

*SEGUNDA PARTE*

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En Historia del Arte regresó el señor Hamilton. Stephen Hamilton. ¿Podéis pensar en un nombre más aburrido? Su segundo nombre era Earnest. Aunque el nombre le iba a la perfección, considerando que era la persona más aburrida del planeta.

Shay se inclinó y susurró:

—Ya echo de menos a la señora Ford —Y el señor Hamilton comenzó a escribir algo en la vieja pizarra de color verde. No entendía por qué seguía utilizando ese tipo de pizarras si el resto de profesores había adquirido una más moderna.

—Totalmente de acuerdo —respondí con un suspiro. Me encantaba el Arte e Historia del Arte, pero no me gustaba el señor Hamilton. Sería hasta capaz de dejarnos saltar en un trampolín y beber bebidas energéticas, mientras escuchamos música a todo volumen, y aun así seguiríamos aburridos.

En la superficie de la pizarra escribió TENDENCIAS.

Se dio la vuelta y habló:

—¿Cómo afectan las tendencias al arte? En sus cuadernos, deben escribir acerca de una obra de arte específica que haya sido moldeada por las tendencias o por la moda de su época.

Sin duda un trabajo interesante, pero su pálida piel, sus ojos tan poco profundos y el escaso pelo en su cabeza, unido al tono con el que solía hablar te hacían creer que ibas a escribir tu propio testamento.

Escogí hablar sobre la Mona Lisa.

La Mona Lisa es un ejemplo excelente de obra de arte influenciada por las tendencias. Si la observas con detenimiento, verás que sus cejas han desaparecido y que hay algo en el nacimiento del pelo. En su época, las frentes amplias eran consideradas como algo hermoso entre las mujeres. Muchas mujeres se afeitaban las cejas y el nacimiento del pelo para poder conseguir dichas frentes.

Volví a leer lo que había escrito en mi cuaderno antes de cerrarlo y echarle un vistazo a lo que había en el de Shay. Ésta me sonrió y se encogió de hombros; su página continuaba en blanco.

Sacudí la cabeza.

—¿Por qué estás en esta clase si ni siquiera te gusta Historia del Arte?

—Porque —sonrió con picardía—, en realidad me gusta Nick Holmes. —Movió su cabeza hacia la esquina izquierda del aula. Suspiré. Nick Holmes era una de las personas más atractivas que había en este planeta. Con cabello color chocolate, profundos ojos marrones que hacían derretir incluso un glacial, y una hermosa y brillante sonrisa. Además era alto, fuerte y poseía cuerpo de atleta. Era irresistible. Todas las chicas del instituto se sentían atraídas hacia él, aunque no quisieran admitirlo.

Pero no era nada comparado con Harry.

Ese pensamiento me alarmó. Sí, Harry era precioso. Cualquier chica del instituto podría decir eso, incluso Niall y yo. ¿Pero desde cuándo había comenzado a pensar que era más atractivo que Nick Holmes?

Desde ayer.

—¿Le sucede algo, señorita Autumn? —Esa monótona voz me sacó de pensamientos sobre oscuros ojos verdes y tentadores labios rosados. 

Negué con la cabeza. Al parecer, había estado agarrando el pupitre con tanta fuerza que los nudillos se me habían vuelto completamente blancos.

—No —murmuré, liberando mi agarre, y agaché la cabeza. Ésta iba a ser una hora muy larga.

Wicked |h.s| ESPAÑOLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora