cuarenta y siete

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A salvo.

—¡Hostias! —musitó Zayn, y le pasó la página a Louis. Louis se quedó boquiabierto y le volvió a echar otro vistazo antes de pasársela a Tyson. Como Tyson no podía leerla, se la pasó a Jo, quien maldijo por lo bajini.

Hayley le dio un codazo a la pálida muchacha y le arrancó la página de sus lánguidos y huesudos dedos. Los ojos color caramelo de la pelirroja se abrieron de par en par, y la vi leerla numerosas veces.

Sentí el espacio vacío a mi lado. Autumn estaba en casa de Niall. Aunque ya le había contado, bastante emocionado, lo que decía la página.

Hablaba sobre los Marcados. Decía que eran más fuertes, mental y físicamente. También el porqué estaban Marcados, para qué eran necesitados... y nada más, porque la página terminaba ahí. Y eso me cabreaba.

Pero aprendimos que eran mejores e importantes; y que una vez desaparecidas las marcas, también lo harían ellos.

Eso era todo.

••

Después fui a recoger a Autumn de la casa de Niall.

Cuando llegué a la puerta, ésta la abrió antes de que pudiera tocar el timbre y me lanzó una mirada, después corrió hasta el coche. Al segundo, Niall salió a la puerta, mirándome fijamente.

Parpadeó.

—¿Puedo hablar contigo?

Joder. Eché un vistazo por encima de mi hombro, encontrándome a Autumn en el asiento del pasajero con la mirada perdida. Nena, ¿qué habías hecho?

Enseguida fui arrastrado hacia el interior de la casa, y la puerta se cerró tras de mí. Niall se sentó en el sofá mientras yo permanecía torpemente de pie justo en el de enfrente, hasta que me indicó que tomara asiento. Y así hice, viendo cómo sus ojos azules escaneaban cada uno de mis movimientos, con su apenas visible y amarillenta aura. Se sentía curioso.

Había tensión en el ambiente. Como me sudaban las manos, decidí secármelas en los pantalones. Varias veces. ¿Se sentiría molesto porque yo salía con Autumn? ¿Por haber dejado ambos el instituto? ¿Por hacer que se viniera a vivir conmigo? ¿Por qué pasaba todo el tiempo conmigo?

Pero acabó rompiendo el silencio.

—Me lo ha contado —dijo.

Abrí los ojos. El corazón comenzó a latirme con fuerza. Cada marca que bañaba mi cuerpo comenzó a avivarse y supe que si no me calmaba, su salón pronto se vería envuelto en llamas.

—¿El qué te ha contado? —dije, algo calmado.

—No intentes mentirme —puso los ojos en blanco, cruzando la piernas—. Lo sé, sé absolutamente todo. Pero no te alarmes, no voy a decírselo a nadie. Sólo que... joder, tío —suspiró—. Pensaba que estabas bueno y eras ardiente, pero nunca me imaginé que pudieras llegar a serlo, tú me entiendes.

Permanecí estupefacto, en silencio. No podía creer que ella hubiese hecho tal cosa. Mierda, ¿de verdad se lo había dicho? Ahora mismo Autumn acababa de arruinarlo todo. Pensaba que era más lista.

Dejé escapar un suspiro.

—No puedes decir ni una palabra. ¿Entendido? Si ellos se enteran, te matarán. Y también la matarán a ella, y a mí —le dije.

—Tranquilo, nunca lo haría. Pero todo esto es tan jodidamente chulo, tío —sonrió Niall—. ¿Y es verdad que la tía buenorra con el pelo azul puede electrocutar cosas? ¿Y su sexy opuesto forma parte de algún tipo de experimento? Qué locura —musitó.

Wicked |h.s| ESPAÑOLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora