treinta y cuatro

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Búsqueda.

Al día siguiente nos pusimos en serio a trabajar. Autumn volvió a encontrar la página web y averiguó dónde estaban localizadas. Saint Paul, Minnesota. Como no confiaba ni en Zayn ni en Jo, mañana Autumn y yo íbamos a ser los encargados de conducir hasta allí. Hayley y Brock iban a ir a Nevada, para asaltar un museo -de algún pueblo de mierda- y robar lo que podrían ser algunas páginas.

Max y Peyton (en seguida aprendí que había estado deletreando mal su nombre en mi cabeza cuando escribí el plan y todo el mundo se puso a mirar por encima de mi hombro. Hayley, Autumn y Louis pensaban que había sido divertidísimo ver cómo ella me abofeteaba y lo corregía. Pero yo, no.) iban a intentar conseguir el libro. Les había dejado el mantra o hechizo, deseándoles mucha suerte. También le recordé a él que probablemente fuese Peyton la que tuviera que hacerlo. Se suponía que después de todo teníamos que poseer una mente sana y pura.

Jo y Louis se marcharon a echarles un vistazo a algunos fanáticos de las religiones que aseguraban que habían encontrado páginas perdidas de la Biblia, en Washington.

-La marihuana es legal allí, ¿no? -frunció el ceño Louis.

-Sí -sonrió con superioridad Jo.

-Tiene sentido. Una página perdida de la Biblia en Washington. Entonces, puedes liártela y fumártela, Jesús. {n.a: está hablando de una página de la biblia que se la lían y después se la fuman, por eso también dice lo de "Jesús" al final} -suspiró éste, justo antes de marcharse, dejándonos al resto de los presentes con lágrimas en los ojos. Era un tío bastante gracioso.

Una vez que Autumn y yo nos pusimos en camino, no hicimos más que hablar durante todo el trayecto. Aprendí varias cosas sobre las fiestas de pijamas, los campamentos, las competiciones de tiro con arco y cuando Niall encontró un ratón en su pizza en el instituto; lo cogió con el tenedor, lo limpió un poco y se lo comió; Shay y Autumn gritaron y le dieron un bofetón con tanta fuerza que acabó escupiéndolo antes de poder tragárselo.

-Todavía podrías competir -le dije-. Podría acercarte para que puedas registrarte en las competiciones individuales.

-¿A Kentucky? Nah. No es para tanto -mintió.

-Venga. ¡Sería alucinante! Podríamos salir de aquí jueves y llegar allí por la noche. Y la competición es sábado, por lo que podrías practicar durante todo el viernes o hacer turismo o lo que sea. Eres una alucinante tiradora, sería algo bueno para ti -imploré.

Dudó. Oh, sí que quería ir.

-No sé. No sé cómo explicárselo al equipo. Y no quiero toparme con Claire -dijo. Me estremecía cada vez que escuchaba el nombre de esa chica.

-Lo sé, nena. Pero si te gusta, hazlo -apreté su rodilla suavemente.

-Lo pensaré -murmuró-. ¿Tendré que dejar el instituto, Harry?

Me puse en tensión.

-Sí, probablemente. Lo siento, cariño. Sé lo importante que es para ti.

-Sé que lo sientes. Está bien, odio con todas mis fuerzas el sistema educativo americano. Voy a estar bien. Prefiero no morir antes que ir a la universidad.

Estuve procesando sus palabras durante un minuto, para acabar sacudiendo la cabeza.

-Eres tan asombrosa -musité, y continuamos yendo.

••

Cuando al fin llegamos a Saint Paul, Autumn ya había hecho un repertorio de todas las canciones que habían estado saliendo en la radio, a pesar de mis continuas quejas. Aunque seguía sin tranquilizarme el hecho de haber llegado al lugar que habíamos sacado de ese sitio al que yo denominaba nerd.

Wicked |h.s| ESPAÑOLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora