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{Sí chicas, es un maratón de tres capítulos. Subo cada media hora o así. ¡Disfrutad!}
Herida
Harry y yo nos quedamos despiertos toda la noche del sábado. No estábamos cansados, aunque a mí me dolía horrores la cabeza. Y eso parecía preocuparle a Harry, pero el dolor era tan intenso. No quería llegar a saber el porqué.
El domingo regresó Miles. Supo que Harry estaba aquí desde el primer momento en el que puso un pie en la casa. Por lo que subió corriendo a mi habitación, encontrándose conmigo dándole clases particulares a Harry. Se sorprendió, pero volvió a decirme que tenía que irse. Me había vuelto increíblemente rápida a la hora de crear una mentira creíble.
—Harry ha venido de otro país justo a mediados de curso, papá. Estaban dando otro temario completamente diferente, y nuestra profesora me asignó para darle clases particulares ya que yo voy más avanzada. Es un crédito extra para mí, lo cual es bueno, ya que quiero graduarme con las mejores calificaciones. ¿Quieres que llegue a conseguirlo? —pregunté.
Mi padre estaba en silencio mientras lo miraba expectante.
—Supongo —masculló, y se marchó.
Después de un minuto, Harry me sonrió.
—¿Crees que volverá a subir si me enrollo contigo? —sonrió con picardía, inclinándose cada vez más.
Arrugué la nariz.
—No te voy a tocar hasta que te laves la ropa. O te des una ducha. O algo por el estilo.
Harry puso los ojos en blanco.
—Si vamos a mi casa, podré ducharme y cambiarme. Y así podremos tener la sesión de besos más intensa de toda tu vida —dijo con sarcasmo.
Mi aura se encendió ante la mención y él se dio cuenta, sonriéndome.
—Vale —dije.
Harry amplió su sonrisa y asintió, poniéndose en pie. Me ofreció la mano y me ayudó a levantarme del suelo. Después me pasó las muletas y esperó a que terminara de ponerme un zapato. Juntos comenzamos a caminar —bueno, él caminaba, yo más bien... cojeaba— hacia la puerta. Le grité a Miles que Harry se había olvidado de algo y que iríamos a su casa. No quedé a escuchar su respuesta.
Fijé la mirada en el coche de Harry, sintiendo el sentimiento de nostalgia crecer en mi interior. Lo había echado de menos. Me gustaba su Mustang. Me gustaba lo juntos que estábamos cuando nos sentábamos, lo ruidoso que era el motor, lo grandes que llegaban a ser nuestras auras. Harry amaba su coche. Lo sabía. Le tenía devoción. Su aura se hacía grandísima cuando estaba junto a mí o junto a su coche. Y eso me hacía sentir muy bien.
Harry me sonrió.
—Yo también la he echado de menos, Fall —dijo, abriéndome ligeramente la puerta que ahora estaba congelada.
Me sonrojé y me metí en su interior, cerrando la puerta tras de mí y esperando a que Harry entrara.
Cuando ya estábamos en su casa, me dijo que me quedase quieta y que no permitiera que nadie entrara mientras él se duchaba. Así que asentí y me senté en su cama, aprovechando para responder algunos mensajes. Después de unos minutos, el cuerpo se me paralizó cuando recibí el mensaje de un número desconocido.
«Hey, Autumn. ¡Soy Nick! Sólo quiero que sepas que me he cambiado de número. ¿Estás emocionada por el baile? :D»
Oh. Dios.
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Wicked |h.s| ESPAÑOL
Fanfiction❝Resulta increíblemente cálido al tacto, como si las yemas de sus dedos fueran a quemarme la piel❞ © 2014 All Rights Reserved - arctxhsx por la traducción / mary (WhoaLarry) por la autoría de la historia.