cincuenta || placer

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| Siento mucho haber tardado más de un mes en actualizar wicked, pero os lo recompenso con dos capítulos en vez de uno. Disfrutadlos y muchas gracias por sed pacientes y por el apoyo. 

Van dedicados a itsjulie1d y a hesocean <3 

Nos vamos acercando al final, recordad. |

El martes pasamos el día entero juntos. Me asustaba pensar que algo malo podría suceder este fin de semana. Ni siquiera quería pensar en ello, por eso intentaba pasar el mayor tiempo posible con Autumn.

Esa misma tarde salimos a correr. Ella lo odiaba. Muchísimo. Y su actitud me hacía reír.

—Bueno, acabamos de hacer tres kilómetros. ¿Cómo te sientes? —pregunté, con la respiración entrecortada, mientras estiraba junto a ella.

—Te voy a matar —gruñó, secándose el sudor de la frente. Me reí e intenté cogerle la mano pero me dio un golpetazo en el brazo—. No me toques. Ni hables. Te odio —añadió.

—No me odias —continué riéndome.

—Sí, te odio —respondió—. Te odio muchísimo.

—Así que, ¿ahora no quieres parar? —sonreí con malicia.

Se detuvo, agotada, y yo la imité. Suspiró y volvió a secarse el sudor, descansando para poder recuperar la respiración. Yo continuaba mirándola con mi sonrisa. Qué ingenua era al pensar que correr se asimilaba al fin del mundo.

—¿Todavía me odias? —dije.

Autumn tragó saliva, exhaló, y después me agarró de los hombros. La dejé que me lanzara hacia un túmulo de nieve que cubría la hierba de un jardín. Pero acabó cayéndose encima de mí, con sus manos alrededor de mi rostro.

Acarició con sus dedos mi pelo bañado en sudor.

—Sí. Te odio por ser asquerosamente feo. Eres repugnante —murmulló, besándome con suavidad—. Me gustaría poder romperte los dientes. Y deja de sonreír. Me molestan tus hoyuelos. Harry, maldita sea, eres tan hermoso. No soy capaz ni de mentir. Eres tan jodidamente atractivo, ¿lo sabías?

Yo tan sólo le sonreí y volví a besarle los labios.

Sentí cómos sus manos pequeñas, heladas ahora por el frío, se colaban por debajo de camiseta. Al toparme con su mirada, me quedé quieto y permanecí serio, ansioso por ver hasta dónde llegaría esto.

Autumn acarició mi torso hasta llegar a la parte de las costillas. Su tacto siempre me provocaba sensaciones intensas, aunque ahora al tener los dedos fríos y, por ello, mezclarse con su fuego, me sentía completamente confundido y aturdido, con el corazón a mil.

—Qué me estás haciendo —murmuré, sin tratarse de una pregunta. Porque ella no hubiera sabido la respuesta. En verdad, ninguno de los dos. Aunque tampoco se detuvo. Mis brazos se enroscaron alrededor de su espalda mientras ella jugaba con mi cuello; tocándome, besándome y dejándome que la abrazara.

—Autumn —gemí, al sentir cómo tiraba de mi cabello—. Autumn Yurich, detente de inmediato a no ser que quieras que te folle aquí mismo —gruñí en su cabello. Percibí la sonrisa de Autumn a medida que se ponía en pie y me ofrecía una mano para ayudarme, entrelazando sus dedos con los míos.

Todo lo que veía a mi alrededor era de un rojo brillante, al igual que sentía cómo el fuego se abría paso a través de mi organismo.

La sonrisa arrogante de Autumn se ensanchó y a mí se me hinchó el corazón de cariño mientras decía:

—Volvamos a casa. Ahora.

En esta ocasión Autumn no se quejó a la hora de correr. Ambos hicimos un sprint para llegar lo más pronto a casa.

Wicked |h.s| ESPAÑOLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora