cincuenta y siete || cambio

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La tercera planta también se hallaba en silencio. Estuve bastante tiempo dando vueltas por allí, echando un vistazo a las oficinas en busca de cualquier señal, con la pistola preparada. Pero no encontré nada.

Avisé a Jo y le dije que ya podían subir Hayley, Autumn y Louis. Todo se encontraba en completo silencio hasta que unas manos pequeñas y frías me tocaron la espalda.

—¿Has encontrado algo? —susurró Autumn antes de retirar la mano.

Negué con la cabeza.

—No está en ningún sitio —musité—. Quizá no está en el edificio.

—No. Los de la primera planta se están encargando de los miles de Breesaem que hay en el edificio. Demasiados como para que Liam no esté aquí, ¿no crees? Él siempre cuenta con protección extra —habló Jo.

Jo estaba en lo cierto. Liam no era ninguna criatura paranoica. Por tanto, todos los matones que estaban aquí tenían un motivo. Él intentaba hacer algo peligroso. Por no hablar de los símbolos Erktanae del exterior...

Aparentemente Zayn había intentado de todo para poder extraerles información a los Breesaem, pero ninguno de ellos había hablado. Ninguno de ellos sabía nada.

Le lancé a Autumn una mirada, preguntándole si estaba bien, ya que no podía oírme. Y ella asintió. Pero algo le pasaba a Hayley.

—Muy bien, cambio de planes —musité—. Hayley, te vas a la primera planta con los otros. No te encuentras en condiciones de estar aquí arriba si nos topamos con Liam.

—En tus sueños, chaval. Me quedo contigo —espetó.

—Lo digo en serio, Hayley, ves abajo. Algo va mal —dije firmemente, con la mandíbula contraída.

Ella dio un paso al frente.

—Yo también lo digo en serio. Me quedo contigo. Siempre estaré a tu lado. —Soy la única en quien confías. Aunque nunca lo admitiría. Pero estaba asustada. Sabía que algo malo estaba pasando y por eso quería estar a mi lado.

Le eché un vistazo.

—Por favor. Venga, Hayley —dije. Pero no se movió.

Jo suspiró.

—Si ya habéis terminado, tenemos cosas por hacer —susurró desagradablemente. Autumn le lanzó una mirada mortífera a Jo, pero todos sabíamos que tenía razón. Teníamos trabajo por hacer.

Nos separamos. Conmigo se vino Hayley, mientras que Autumn y Louis acompañaron a Jo. Desearía poder haberme ido con Autumn. Y al verla preocupada por mí, yo también empecé a preocuparme por mi seguridad. Tenía que decirle que no me iba a pasar nada.

Durante bastante tiempo estuvimos buscando por todos los rincones del edificio, hasta que estuvimos seguros de que no había nada. Todo estaba vacío.

—Chicos —nos llamó Louis. Todos regresamos al lugar dónde nos habíamos separado—. Quizás deberíamos irnos.

—¿Irnos? ¿¡Pero qué coño dices, Lewis!? ¡Necesitamos el Libro! —gritó Jo.

—Silencio —musité, contemplando cómo Louis se ruborizaba—. Jo tiene razón, no podemos irnos. No hasta que lo tengamos en nuestro poder. Está aquí, puedo sentirlo. A lo mejor Liam tiene una habitación secreta. A lo mejor está escondido en el techo o debajo de la moqueta.

Tras decir aquello, la mitad de nosotros se arrodilló y comenzó a buscar partes del suelo que estuvieran desniveladas, mientras que la otra mitad se encargaba de quitar los paneles del techo. Incluso Jo trepó por el conducto de ventilación, aunque pronto supimos que era mala idea ya que causaba mucho ruido.

Wicked |h.s| ESPAÑOLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora