Diamantes oscuros

Capítulo 53.

Diamantes Oscuros.

Capítulo 53.

Despierto en cuanto siento una mano pasar de mi blusa de tirantes a mi pecho desnudo, el apriete me hace gemir y sé que no estoy sola en mi cama.

-No te muevas tanto- murmura en mi cuello y siento la suave piel de mi nuca erizarse.

-Hola, compañero- no me giro para dejarlo seguir en lo suyo.

-Hola, mi amor, te extrañé y te busqué, pero como no sé en dónde vives y Becca me dijo que te habías quedado en el campus, decidí visitarte más temprano- tiene voz somnolienta.

Con tristeza, saco su mano y me giro hacia él.

-Becca sabe que me gusta despertar contigo, supongo- le doy un beso.

-Deberíamos hacerlo más seguido- me guiña un ojo.

-No si sólo estás cuando despierto.

-¿Quieres que me quede toda la noche?- levanta una ceja y me rio.

-¡Sí!- lo abrazo- Imagina cuán genial sería tener ese sexy y torneado cuerpo tuyo toda la bendita noche.

-Inténtalo y verás que no me dejas nunca- su ronca risa me tiene en el cielo.

-En cuanto salga de la universidad. De hecho, voy a apartarte por una semana para mí solita.

-Yo te quiero apartar para siempre, Beaulieu- muerde mi lóbulo y me muevo-. ¿Por qué te quedaste aquí?

Tal vez porque ya era muy tarde cuando regresé de mi pseudo cita con Milton Wayne y me daba miedo tener que explicarle a Nolan lo que está ocurriendo.

-Porque tenía mucha tarea y la biblioteca parecía más cómoda- miento.

-Oh, ya veo- coloca su brazo detrás de su cabeza y me recuesto en su pecho-. El viernes hay un evento de caridad al que quiero que me acompañes- juega con mis dedos.

-¿Tengo que llevar algún tipo de vestido en específico?- pregunto. Liam ya ha visto todos mis vestidos elegantes y no son muchos.

-Uno largo, yo te lo compraré- promete y me siento incómoda.

-No, lo compraré yo, tengo ahorros de las campañas, ya no soy tan pobre- rio y él sigue masajeando mis dedos.

-Ni hablar, quiero llevarte yo mismo a comprarlo. Es algo en relación con mis ganas de verte emocionada y probándote cosas sensuales.

Ohhh.

- Yo tengo pensado pagarte todo en cuanto pueda, por eso ahorro, amor. ¿Cuándo iremos?- pregunto- Ya es martes.

-Probablemente hoy en la tarde, ésta mañana me encargue del asunto de la familia de Finn y supongo que me tomará unas horas más.

-¿Antes de venir aquí?- toco el leve crecimiento de barba.

-No, mientras estabas dormida- se ríe-, eres como un muerto, Luna.

-No te burles, tengo sueño pesado. Podría estar quemándose el lugar y yo probablemente ni lo notaría- ambos reímos y se levanta.

-Te veré en un rato, ¿sí?- se coloca sus pantalones perfectamente alineados de diseñador- Realmente espero terminar pronto con esto. Te llamaré.

-Vale, te esperaré pacientemente- ruedo los ojos y me lanza su camisa.

-No seas sarcástica, es peligroso- se la lanzo de vuelta y se ríe, colocándosela hábilmente.

-Te extrañare, Payne- me levanto para besarlo y mete su cálida mano entre el escote de mi pijama.