Capítulo 63

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Diamantes Oscuros

Capítulo 63

Mi pies están empapados y sé que esto será un corto camino a enfermarme pronto, corro hacia la panadería de la esquina y miro mi teléfono; está muerto dándome una paliza mental por haber olvidado cargarlo después de que siempre me burlo de las chicas por tener su móvil cargando el día entero, bien, ahora ya debía disculpas a todo el mundo.

La lluvia baja muy poco pero decido correr hacia a casa con las chicas, y pronto me encuentro en la entrada, empapada y con una sonrisa muy fingida dirigida al hombre de seguridad.

-Buenas tardes- estiro aún más la sonrisa de gato y el hombre me mira con gracia, pero me abre la puerta.

-Buenas tardes, señorita Beaulieu.

-Muchas gracias, ¡me salvó de la lluvia!

 Corrió hacia las escaleras.

-Me parece que no se logró el objetivo- sonríe y yo me tiro una carcajada con lástima hacia mí porque, de hecho, estoy escurriendo todo el piso.

En cuanto llego a mi habitación dejo la ropa y corro a la ducha, me meto y dejo que el agua caliente ayude a quitar el frío y ardor en mis huesos, lavo bien cada parte y me percato de algo: mi cadera está más fuera de lo normal y yo sonrío, Florence Colton va a tragarse sus palabras.

Florence ha estado en mi cabeza durante semanas y mis defensas han bajado realmente, pero estoy acostumbrándome, incluso puedo notar que mis profesores y fotógrafos lucen más contentos con mi aspecto más delgado y estilizado, ¿cómo no iba a ser así? Si había estado inviertiendo cuatro horas diarias en el gimnasio, una estricta dieta que una de las chicas de Brasil me sugirió y, a mi pesar, la sustancia que Marcus me había presentado. Salgo de la ducha y escribo pronto a Shelby, quien jura que si no voy pronto se casará sin mí y va a odiarme el resto de nuestras vidas.

"Para: Shelby.

De: Luna.¿Será prudente comprar mi vestido desde este momento?".

Presiono "enviar" y casi rio con la rapidez de su respuesta.

"De Shelby. 

Para: Luna.

¿Vendrás ya? ¡Júramelo! He soñado semanas enteras contigo acompañándome por mí vestido a Londres, y ni siquiera sé por qué a Londres, sólo sé que estábamos de paseo con la caja enorme y tú te veías increíble. ¿Cómo sigue tu ánimo? Cielos, Luna, te extraño a morir".

Y, luego de hablar dos horas y media con Shelby acerca de cuánto deseaba verla, caí rendida.

** **

-Tienen tres minutos para salir a pasarela, chicas. Me están haciendo perder tiempo y esos fotógrafos se pagan por hora.

-Joder, mi vestido ni siquiera es el que elegí anoche- gruñe la chica detrás de mí.

-Venga ya, que a nadie le interesa tu vestido, ¡que vas a hacer la prueba para un comercial de maquillaje!-dice Colbie con todo el ánimo de ofender al poco cerebro de la chica

-Da igual- se mira las uñas y avanza.

-Quisiera un cambio de look- toco las puntas de mi cabello y Colbie me mira, rostro iluminado.

-Sí que te verías guapa con el cabello rojo- arrugo la nariz, ¿por qué sugeriría eso de cualquier manera?

-Eres terrible para los colores, ¿no es así?- levanta las cejas intentando recordar algo y se detiene.

Diamantes oscurosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora