Bitácora de un Scout

Capítulo 24: Cita inolvidable

---Estás guapísima.

---Gracias Rusher, tú también

Realmente estaba más que guapo, era más que un dios del olimpo, lucía un traje gris combinado de una corbata roja y  se cortó la barba. Gracias Rusher, gracias.. puntos menos para ti. Gracias a los cielos acepté ponerme el vestido que mi mamá me obligó, porque yo había pensado ponerme una sudadera unos converse y un jean; pero usaba un vestido verde el cual acepté porque es mi color preferido. Con unos tacos negros. Se veía bien, pero no eran mis gustos, pero agradezco haberle hecho caso a mamá.

Luego de bla bla bla con mis padres. Nos dirigimos a un restaurante. Deseaba que no fuera exclusivo y así fue... era un lugar bonito y acogedor, sin tanto lujos. Era perfecto.

Rusher se portó súper caballeroso conmigo y casi no hablaba. Me hacía poner incómoda. Hasta Conciencia me había abandonado.

---Estás guapísima

---Ignasi, es la segunda vez que me lo dices y no has dicho nada más.

---Estás guapísima--- sonreí

---No exageres

---Estás guapísima

---Me voy--- me quise levantar de la silla, pero él me detuvo.

---No te me vas a escapar, Guapísima--- y sonreímos.

Decidí seguirle la corriente ---Está bien. Guapísimo.

---Yo no estoy guapísimo, tú eres la guapísima

Y así estuvimos jugando hasta que llegara la cena. Después de comer, que estaba deliciosa la comida... pagó y nos quedamos platicando otro rato más.

---¿Quieres conocer más de mí? –--me tomó desprevenida esa pregunta pero asentí

---Encantada, guapísimo --- Y reímos fuertemente. Él me ayudó a levantarme y salimos del lugar, me ofreció su brazo.

---Eso es demasiado Rusher--- pero igual acepté.

Fuimos a una plazoleta, ya había ido muy seguido allí con Danny cuando éramos pequeños. Era muy bonita.

--¿Por qué aquí?---pregunté

---¿Has venido?--- afirmé con la cabeza--- Pero estoy seguro que no has visto esto.

Me tomó de la mano y salimos corriendo y yo ni podía correr con esos tacones. Me doblé el tobillo

---¿Estás bien? Fui un desconsiderado, es culpa mía.

---No tranquilo, es culpa mía por andar con estos---- señalé los zapatos.

---Vamos te llevo en la espalda --- y así fue.

Se sentía tan bien estar con Ignasi... no importaba el dolor, no importaba el frío, no importaba nada. Hacía como caballo y yo gritaba diciéndole que ''arre, caballo'' fue tan chistoso, tan único. ¿Esto es enamorarse? Sentir ese escalofrío en la panza, a eso es lo que le dicen ¿Mariposas en el estómago?  Dejó de cabalgar, y entramos por una puertita súper pequeña, en la cual me bajó de su espalda. Porque no cabíamos los dos de un solo. Nunca había visto esa puerta. ¡Y oh por las santas barbas de papa Noel!

---¿Te gusta?--- dijo Ignasi

---¿Qué es este lugar? Es maravilloso ---quedé asombrada

---Cuando papá vino acá... él compro este lugar, quería poner un negocio, pero luego conoció a mamá y ella quiso vivir en Filipinas, ya conoces esa historia

---Sí--- estaba atónita, es que era un hermoso jardín, estaba repleto de flores y arbustos y un árbol grande y en ella una casita y columpios, era impresionante, además de ser súper grande.

---Al final mi papá cambio de planes, mi mamá no sabe que esto es de papá, ni siquiera lo conoce, es un secreto entre mi padre y yo... Veníamos aquí siempre cuando yo era niño, lo cuidábamos y regábamos a diario, ahora sigue limpio porque un amigo de papá está a cargo. Esto es como mi herencia. Papá nunca lo quiso vender, quiso dejármelo a mí. Y decidí enseñártelo. Tienes que ver esto.

Me enseñó todos los lugares y rinconcitos, no podía subir a la casa del árbol, porque cargaba vestido y me giré el tobillo. El subió y bajo una canasta.

---¿Quieres sostenerlo, mientras tiendo la manta en el piso? --–se refería a la canasta.

---Vale--- La canasta se movió y al abrirla estaba un lindo cachorro, era una hermosa bola de pelos.

Lo besé y lo apapaché... al cachorro claro --–Rusher, esto es hermoso. ¿Es para mí?

---¿Cómo crees? Es mío. --–me imagino que puse un puchero ---es broma Señorita Rinlelly es todo suyo, espero le guste. --–y me lancé a abrazarlo y a agradecerle.

Me invitó a sentarme y eso hicimos los tres. Él había encendido unas velas, que estaban bien bonitas decoradas, por cierto... y también había música de fondo. Este hombre se pasa. Pero debo aceptarlo, es lindo.

---¿Cómo le llamaremos?

---¿Llamaremos? esto suena como cuando los esposos van a ponerle nombre a sus hijos ---dijo riendo Rusher.

--- Bueno figurativamente  será nuestro hijo.

---Nuestra hija. --–me corrigió

--- ¿en serio? ¿Es hembra? --–y le comencé a dar vueltitas para ver si era cierto. Y como era una bola de pelos, ni al caso. Ya lo amaba si era hembra o macho 

---Sí. --–Ignasi se recostó y miraba al cielo incesantemente y me lo quedé mirando. Era tan hermoso.

---Elyse ¿Esto no es un sueño cierto?

Era tan guapo. Tan bello. Taan...

---¡Elyse! ¡Guapísima! ¿Esto no es un sueño?

---¿Qué? No no, espera.... ¿Te dolió?

---¡Aaaahhh! --–se quejó --- Ely no era para tanto, eres tan ruda que me encantas. --– Nos abrazamos los tres. Y fue tan hermoso. El cachorro nos daba besitos y era tan tierno

---Rusher, tú también me encantas.---dije sin pensarlo

Y nos miramos fijamente y tenía unos ojos tan hermosos. ¡Dios! Estoy que babeo.

Me abrazó y nos recostamos sobre el pasto a ver las estrellas. Y era una noche bella, encantadora, inolvidable. Esta noche podía entender a todos los escritores cuando hablaban acerca del amor, cuando decían que no existía nada ni nadie en el mundo, si no esa persona especial para ti. Que se eternizaban los momentos.

---Estás temblando

---¿Cómo?

---Estás temblando... toma ---me ofreció su chaqueta y la acepté, no porque tuviera frío, solo quería tener el dulce aroma de él, más cerca de mí. Que se impregne en mi piel. Y estaba tan absorta en mis pensamientos que no me había dado cuenta que estaba temblando

---¿Quieres bailar?

---Encantada. Sr. Rusher.

Y así pasamos la noche: entre risas y abrazos. Aguantándome el dolor de tobillo 

---Te besaría pero...

---¿Pero? --–le pregunté

---Pero no somos novios ---respondió cabizbajo

---Ya nos hemos besado antes --- le recordé

---Cierto, pero yo no te quiero para jugar, yo te quiero para en serio.

---¿Para en serio?

---Para la eternidad